Tras incumplir el plazo de poner fin a la sobrepesca, la UE se enfrenta a decisiones difíciles

Los ministros deben seguir las recomendaciones científicas para ponerse al día con los límites de captura

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Tras incumplir el plazo de poner fin a la sobrepesca, la UE se enfrenta a decisiones difíciles
Getty Images

Los líderes de la Unión Europea han puesto un nuevo Pacto Verde como prioridad en sus agendas para los próximos años con la promesa de establecer objetivos ambiciosos para preservar el medio natural europeo y dar a la industria un futuro sostenible, un camino que los líderes esperan empezar a recorrer cuando mejore la situación de la COVID-19 y se reanuden las preparaciones para decidir sobre las capturas para 2021.

Ahora que ha pasado el plazo de 2020 para poner fin a la sobrepesca —acordado en la Política Pesquera Común (PPC) de la UE—, puedo extraer conclusiones sobre el éxito de los responsables políticos a la hora de cumplir numerosas promesas que se hicieron para mejorar la sostenibilidad cuando se reformó la PPC en 2013. Una cosa queda clara de inmediato: en casi cada ciclo de implementación de la PPC, nuestros líderes han desaprovechado las oportunidades para cumplir sus compromisos.

El resultado de la reciente reunión de ministros de pesca del Consejo de Agricultura y Pesca el pasado diciembre sonaba demasiado familiar. Los responsables del Consejo, recordando los anuncios de años anteriores, proclamaron los avances efectuados para acabar con la sobrepesca y el "equilibrio" que alcanzaron entre las necesidades medioambientales y las socioeconómicas, incluso cuando los límites de captura establecidos por los ministros no siempre cumplían con las recomendaciones científicas. Se hizo hincapié en el progreso gradual continuado: los ministros habían dado algunos pasos más hacia la sostenibilidad. Era casi como si el plazo legal para alcanzar una explotación sostenible de las poblaciones de peces de la UE fuese una fecha lejana en el futuro y esto fuera solo un año más de la esperanzadora transición hacia mejoras más concretas.

Algunos no compartían ese tono optimista. La PPC en realidad ya estableció una fecha para poner fin a la sobrepesca en 2015 "si era posible", y 2020 a más tardar. Aun así, los límites de captura para 2020 se establecieron por encima de las recomendaciones científicas para varias poblaciones de peces, algunas de las cuales están gravemente mermadas, como el bacalao del mar Céltico. Alrededor del 48 % de los límites establecidos por los ministros para 2020 parecen estar por encima de las recomendaciones científicas disponibles públicamente, lo que supone un empeoramiento de la cifra del año anterior (42 %), a pesar de haber incumplido el plazo.

Para ser justos, esta cifra, aunque sorprende, no cuenta toda la historia de las contrapartidas y complejidades subyacentes a las que se enfrentaban los ministros. Los científicos recomendaron recortes en las capturas para la mayoría de poblaciones de peces, algunos muy acusados, incluso recomendaron cero capturas en algunos casos (como el bacalao del mar Céltico). Esas drásticas recomendaciones, que señalaban problemas tanto para el estado de las poblaciones de peces como para las perspectivas socioeconómicas del sector pesquero, reflejaban el fracaso de los responsables políticos a la hora de dar los pasos necesarios en los años previos a la fecha límite de 2020. Ese largo periodo de postergación de las medidas que podrían haber permitido cumplir con el objetivo de la PPC hizo que los ministros tuvieran que tomar a última hora decisiones dolorosas y costosas.

Así que, ante la necesidad de hacer recortes generalizados, los ministros tuvieron que tomar decisiones verdaderamente difíciles. Se comprometieron a hacer grandes recortes en capturas de especies como el bacalao del mar del Norte y, aunque tarde, centraron su atención en las medidas necesarias para iniciar la recuperación de las poblaciones más mermadas. Que el Consejo durase toda la noche, como viene siendo habitual, demuestra los esfuerzos para resistir al aumento de cuotas por encima de los niveles recomendados científicamente. Sin embargo, a pesar de la necesidad de tantos recortes drásticos, los ministros demostraron no tener intención de aplicar por completo las recomendaciones científicas, y en su lugar negociaron "compromisos" que mantendrá una elevada presión pesquera en 2020 y que no cumplen al completo los requisitos de la PPC.

La falta de transparencia en la información oficial me impide determinar cuánto trabajo queda por hacer para terminar con la sobrepesca. La Comisión Europea publicó cifras oficiales que pintan un panorama positivo, pero que solo se centran en un subconjunto de poblaciones. Estas demuestran que aumenta el número de límites establecidos en línea con las recomendaciones, pero no ofrecen una evaluación general en comparación con el requisito legal y la fecha límite de 2020. El análisis de Pew sugiere que los ministros han avanzado más en las poblaciones que tienen datos más completos, pero que han asumido más riesgos y permitido una mayor presión pesquera en poblaciones con una situación más incierta. Un aspecto que va radicalmente en contra del enfoque de precaución exigido por la ley.

Aunque la UE está anunciando importantes compromisos para crear un futuro más sostenible, es crucial que cumpla las promesas que hizo en 2013, cuando se reformó la PPC. Con la fecha límite de 2020 vencida y la continuación de la sobreexplotación pesquera, los responsables políticos se han creado problemas innecesarios al retrasar la recuperación de las poblaciones de peces y los rendimientos productivos que ofrece una buena gestión de las pesquerías. En 2020 tiene que ser prioritario comunicar claramente esta deficiencia y arreglar los problemas que aún persisten para que la política de las pesquerías pueda cumplir con el resto de retos que siguen estando en el horizonte.

Andrew Clayton encabeza las iniciativas de The Pew Charitable Trusts para acabar con la sobrepesca en el noroeste de Europa.