La conservación del jaguar es clave para proteger los humedales del Pantanal de Sudamérica

Un científico abocado a la conservación hace uso de las alianzas para proteger una de las mayores densidades de jaguares del mundo

Navigate to:

La conservación del jaguar es clave para proteger los humedales del Pantanal de Sudamérica
Un primer plano de un jaguar atravesando un río hacia la cámara, con un frondoso follaje de fondo.
Un jaguar merodea por un río en el Pantanal, el complejo de humedales tropicales más grande del mundo.
Gerald Corsi Getty Images

El Pantanal, el complejo de humedales tropicales más grande del mundo, abarca 18 millones de hectáreas aproximadamente entre Bolivia, Brasil y Paraguay (un área del tamaño del estado estadounidense de Misuri o del estado brasileño de Acre). Brasil alberga aproximadamente el 80 % de los terrenos inundables y los ecosistemas asociados. El foco de la biodiversidad alberga a los “cinco grandes” de la fauna de Sudamérica: los jaguares, los osos hormigueros gigantes, las nutrias de río gigantes, los lobos de crin y los tapires brasileños.

El Pantanal brasileño tiene una de las densidades más altas de toda Latinoamérica de Panthera onca, también conocida como jaguar, con alrededor de un jaguar por cada 1.200 hectáreas aproximadamente.

Sin embargo, a lo largo de las últimas décadas, la especie (que es el felino más grande del hemisferio occidental) ha perdido casi el 50 % de su área de distribución geográfica histórica, lo que llevó a clasificarla como “Casi amenazada” en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Los felinos están sometidos a la presión de la pérdida y la fragmentación de su hábitat.

El proyecto de Pew para la conservación del Pantanal y el Gran Chaco de Sudamérica procura apoyar la conservación de la región elevando y expandiendo los esfuerzos que ya están en marcha para mejorar los estándares de gestión de las áreas protegidas existentes y garantizar nuevas protecciones para los hábitats clave, apoyando la gestión territorial indígena con el fin de fomentar la conservación y el uso sostenible, fomentando un estándar para la ganadería sostenible en el Pantanal y potenciando los mecanismos de financiación de la conservación a largo plazo para garantizar una protección duradera.

Uno de los socios de Pew en este proyecto, Panthera Brasil, gestiona el rancho de conservación Jofre Velho, una base de investigación del jaguar que abarca casi 10.000 hectáreas del Pantanal brasileño. El grupo usa este rancho, y la investigación que allí se realiza, para mostrar cómo la conservación del jaguar puede coexistir con ganaderos, las comunidades locales y la industria del ecoturismo (y, en última instancia, beneficiarlos).

Fernando Tortato, principal científico abocado a la conservación de Panthera Brasil, contribuyó a elevar el liderazgo de Panthera en la conservación de los felinos salvajes en todo el mundo. Su experiencia propició acciones eficaces para la conservación del jaguar, especialmente la resolución de conflictos entre el jaguar y el ganado en el Pantanal brasileño.

Esta entrevista con Tortato se editó por cuestiones de longitud y claridad.

P: ¿Puedes compartir el trasfondo de tu experiencia en la conservación del jaguar, en particular en el Pantanal?

Primer plano de un hombre con bigote y un poco de barba que lleva una gorra de béisbol con el logotipo de la organización Panthera.
Fernando Tortato ha trabajado durante más de una década con Panthera, una organización asociada a Pew en Brasil que se centra en la conservación del Pantanal, que es el hogar de una de las poblaciones de jaguares más densas de Latinoamérica.
Sebastian Kennerknecht

R: Mi conexión con el Pantanal comenzó en mi infancia. Mi familia se mudó a Porto Murtinho, una ciudad del sur del Pantanal, cuando yo tenía 5 años. Al criarme allí, desarrollé un profundo aprecio por el entorno único de los humedales de la región y su diversa fauna, que incluye tapires, ciervos y osos hormigueros gigantes. Pasaba los fines de semana explorando los ranchos, los caminos y los ríos de la zona, lo que fomentó un amor por la naturaleza que orientó mis aspiraciones profesionales desde muy joven.

Como licenciado de la Universidade Regional de Blumenau de Santa Catarina, Brasil, me concentré inicialmente en la ecología y la conservación de carnívoros. Sin embargo, mi pasión por el Pantanal me llevó a hacer una pasantía en Embrapa Pantanal, una organización gubernamental que realiza investigaciones en la región. Esta experiencia consolidó mi deseo de trabajar en el Pantanal y moldeó mi trayectoria académica y profesional.

Así que durante mis estudios de maestría y posterior doctorado, me concentré en comprender y mitigar los conflictos entre humanos y jaguares, en particular los relacionados con la ganadería. También exploré el potencial del turismo del jaguar como herramienta de conservación. Este enfoque dual en la investigación y los esfuerzos prácticos de conservación fue fundamental en mi trabajo con Panthera y me permitió contribuir significativamente a la conservación del jaguar en el Pantanal.

En general, mi experiencia en la conservación del jaguar fue profundamente influenciada por mi crianza en el Pantanal, mis actividades académicas y las oportunidades que tuve de trabajar con investigadores y conservacionistas dedicados. Es una experiencia que me sigue motivando a proteger este ecosistema único y su magnífica vida salvaje para las generaciones futuras.

P: ¿Por qué es tan importante el Pantanal, “este ecosistema único” como lo llama usted?

R: El Pantanal se destaca por ser uno de los humedales tropicales más grandes del mundo, y está ubicado en el corazón de Sudamérica. Además, los humedales, como el Pantanal, desempeñan un papel importantísimo en la prestación de servicios ecosistémicos, sobre todo en la gestión de recursos hídricos.

Esta región sirve de punto de convergencia de varios biomas, como el Gran Chaco, el Bosque Atlántico, el Cerrado y la Amazonía. Esta mezcla única de ecosistemas da lugar a una rica diversidad de especies, y el Pantanal cuenta con una de las mayores densidades de jaguares del mundo. Asimismo, el Pantanal alberga fuertes poblaciones de muchas especies en peligro, como el ciervo de los pantanos, el oso hormiguero gigante, el armadillo gigante, la nutria gigante y el pecarí barbiblanco. Para estas especies, el Pantanal es un bastión debido a su entorno altamente productivo y a la diversidad de sus hábitats.

Lo que distingue al Pantanal es la historia de sus últimos 250 años. Durante este tiempo, el ser humano, atraído por las oportunidades económicas (en particular la ganadería) lo ocupó completamente. Pero al mismo tiempo, la región también es un ejemplo único de equilibrio global de los ecosistemas y de cómo una zona con una composición ecológica tan excepcional puede hacer posible la coexistencia del uso económico y la protección de la biodiversidad.

P: ¿Eso significa que la conservación y el desarrollo económico pueden coexistir en el Pantanal?

R: Absolutamente. La protección de las especies icónicas de la región requiere la colaboración con ganaderos. Son una parte fundamental del equilibrio del ecosistema. La deforestación supone una amenaza, pero la solución está en involucrar a ganaderos, ofreciéndoles oportunidades que se alineen con los objetivos de conservación. Básicamente, la conservación de la biodiversidad del Pantanal depende del fomento de alianzas y prácticas sostenibles dentro de su paisaje único.

P: La palabra “único” sigue apareciendo cuando habla del Pantanal. ¿Puede contarnos algo más al respecto?

R: El Pantanal, al no ser prístino debido a su historia de ganadería, se diferencia de otras regiones donde los esfuerzos de conservación se centran en preservar los entornos prístinos. Pero, curiosamente, esta historia no destruyó la vegetación autóctona, más del 80 % de la cual permanece intacta.

El carácter del Pantanal se define por los extremos. La mitad del año está sumergido en el agua, mientras que la otra mitad sufre sequía. Estos ritmos naturales hicieron que se limite la actividad humana. La ganadería extensiva era la única opción viable, por lo que la región evitó los usos que más destruyen la tierra, como la agricultura tradicional o el confinamiento de ganado. Los intentos de desviarse de este patrón a menudo se vieron boicoteados por la resiliencia del entorno, que fortaleció una especie de selección natural.

P: ¿A qué amenazas se enfrenta el Pantanal? Ya mencionó la deforestación.

R: Las amenazas pueden entenderse a diferentes escalas. La deforestación es un problema importante, que causó la pérdida de aproximadamente el 20 % de la vegetación autóctona del Pantanal. Esta deforestación fue impulsada por los cambios en la propiedad del terreno, ya que los nuevos terratenientes suelen aplicar prácticas de otras regiones que priorizan la productividad por encima de la conservación.

Además, en las últimas dos décadas, el Pantanal también experimentó un aumento de la aridez, lo que causó una reducción de los niveles de agua y facilitó el desarrollo de tierras y la introducción de especies pastoriles no nativas.

A pesar de estas amenazas, la nueva legislación, como la reciente ley del Pantanal en el estado brasileño de Mato Grosso del Sur, trae esperanza. Si se aplican eficazmente, estas leyes pueden proteger partes importantes del Pantanal y promover prácticas sostenibles.

Sin embargo, las amenazas más graves para el Pantanal provienen de afuera. Las mesetas circundantes fueron fuertemente deforestadas, por lo que se redujo la cantidad de agua que fluye hacia el Pantanal. Además, los proyectos propuestos, como la hidrovía de Cáceres, al norte del Pantanal, puede alterar aún más la hidrología de la región.

P: Hay una conexión entre la salud del Pantanal y la deforestación de la Amazonía, ¿verdad?

R: Sí. El ecosistema del Pantanal depende de los patrones de lluvia en la selva amazónica, porque si la Amazonía se seca, se reducen las inundaciones en el Pantanal, lo que afecta su productividad y biodiversidad. Además, la deforestación de la Amazonía reduce las lluvias en el centro de Brasil, incluido el Pantanal.

P: ¿Qué ocurre cuando se reducen las inundaciones en el Pantanal?

R: La reducción de las inundaciones en el Pantanal repercute en los nutrientes del suelo y en el crecimiento de la vegetación, lo que afecta a la abundancia de presas para animales como el jaguar.

En definitiva, el futuro del Pantanal depende de la protección de su sistema hidrológico. Si el Pantanal no se inunda, su productividad y biodiversidad se verán afectadas, lo que provocará un aumento de los conflictos entre la fauna y la ganadería, una situación que debemos evitar.

P: ¿Puede explicarnos con más detalle la importancia de proteger a los jaguares en el Pantanal?

R: Proteger a todas las especies, ya sean murciélagos, hormigas o jaguares, es vital. Mi organización, Panthera, se centra en los jaguares porque tienen un estatus icónico y desempeñan un papel ecológico crucial, ya que se entrelazan con las comunidades tradicionales y las culturas indígenas de toda América. El Pantanal, ubicado en el corazón de Sudamérica y conectado a varios biomas, como la Amazonía, el Cerrado y el Chaco, es una región fundamental para la conservación del jaguar a largo plazo. Aunque la Amazonía alberga la población de jaguares más grande del mundo, el Pantanal cuenta con la mayor densidad de ellos.

P: ¿Así que protegiendo a los jaguares también se protege al Pantanal?

R: Sí. Los jaguares son una especie emblemática, por lo que llevan la atención hacia esfuerzos de conservación más amplios y generan ingresos regionales gracias a la popularidad del ecoturismo sostenible. Por lo tanto, al salvaguardar a los felinos salvajes como los jaguares, protegemos ecosistemas enteros: Para preservar a los jaguares es necesario conservar hábitats vastos, lo que a su vez garantiza la protección de una miríada de otras especies del ecosistema, como ranas, aves, etc.

P: ¿Qué hace concretamente su organización para ayudar a proteger a los jaguares?

R: El centro de atención de Panthera en el Pantanal es el corredor del jaguar, una vinculación de hábitats crucial que conecta las poblaciones de jaguares desde México hasta Argentina.

La alianza de Panthera con Pew en el Pantanal, concretamente en el complejo del río Cuiabá, es un aspecto clave de nuestros esfuerzos de conservación. Esta colaboración se centra en proteger a los jaguares y sus hábitats trabajando con una serie de partes interesadas, como ganaderos, comunidades tradicionales y organizaciones conservacionistas. En conjunto, buscamos reducir los conflictos entre humanos y los jaguares, apoyar las áreas protegidas y desarrollar prácticas sostenibles que beneficien tanto a la fauna como a las comunidades locales. La alianza subraya la importancia de los esfuerzos de colaboración en la conservación y destaca el papel de las alianzas público-privadas en la protección de la biodiversidad.

Fernando Tortato usa un dispositivo de señalización para intentar encontrar a un jaguar que lleva un collar GPS. Estos collares ayudan a los investigadores a supervisar las rutinas, los hábitats y el tamaño de las poblaciones de jaguares dentro del Pantanal, ya que proporcionan una imagen de cómo viven los felinos día a día en la región.
Bajo un cielo nublado, Fernando Tortato está sentado a horcajadas sobre una valla de madera en un pequeño espacio abierto, sosteniendo en el aire una pequeña antena y mirando un dispositivo portátil. A pocos metros, una camioneta plateada con las puertas delantera y trasera abiertas del lado del conductor está estacionada junto a frondosos árboles verdes.
Sebastian Kennerknecht

P: ¿Se siente optimista con respecto al futuro del Pantanal?

R: Como conservacionistas, debemos seguir siendo optimistas a pesar de los tremendos desafíos a los que nos enfrentamos. Todos los días nos bombardean con noticias negativas sobre el estado de la conservación, pero debemos creer que el cambio es posible. Si se trabajara en solitario, la tarea sería desalentadora, pero haciéndolo de forma conjunta, podemos cambiar la situación. Agradecemos a Pew la confianza y el apoyo que brindan al trabajo de Panthera.

Un excelente ejemplo de “trabajar de manera conjunta” (dentro de nuestra alianza con Pew y en coordinación con la comunidad local, ganaderos y los Gobiernos locales y regionales) es la próxima creación de un área protegida privada (conocida por sus siglas RPPN en portugués brasileño) en el rancho de Panthera, que abarca aproximadamente 635 hectáreas (1.569 acres) de bosque ribereño. Esta zona es un hábitat crucial para los jaguares, las nutrias gigantes y otras especies, y su protección a través de un RPPN garantiza su conservación a perpetuidad.

Otra iniciativa que surge de nuestra alianza con Pew es la promoción de un plan de gestión para el parque estatal Encontro das Águas, adyacente al rancho de Panthera. Aunque este parque es el centro regional del turismo del jaguar, actualmente carece de un plan de gestión, de un plan de uso público y de las medidas adecuadas para el ecoturismo, la vigilancia y la prevención de incendios forestales. A medida que el Pantanal se vuelva más seco, es probable que los incendios forestales sean más frecuentes e intensos, por lo que es aún más importante que se ponga en marcha un plan de gestión.

Creo que, si trabajamos de forma conjunta, podemos garantizar que el Pantanal siga siendo un ecosistema vital en el corazón de Sudamérica. Dedico mi vida a proteger a los jaguares y al Pantanal, y me aseguro de que las generaciones futuras puedan disfrutar de su rica fauna y de su belleza natural.