Becaria de Pew regresa a Chile para investigar sobre la bacteria que causa el cólera
Este tipo de retornos, apoyados por el programa, fortalecen a la comunidad científica y amplían la red de conexiones
Mientras Cecilia Silva-Valenzuela termina de instalarse en su nuevo espacio de trabajo tras mudarse recientemente desde Boston a Valdivia, Chile, algunas de sus nuevas y preciadas posesiones empiezan a encontrar un lugar: centrífugas, agitadores, pipetas, un espectrofotómetro y otras herramientas científicas de vital importancia. Estos instrumentos ayudaron a Silva-Valenzuela, becaria latinoamericana de Pew de 2016, a equipar su laboratorio en el Centro de Estudios Científicos, el organismo de investigación sin fines de lucro de su país natal al que se unió en enero con el objetivo de establecer un programa de Microbiología.
El centro “se mostró muy dispuesto a la idea de que yo fuera la que pusiera en marcha el programa”, manifestó la investigadora. “Con el apoyo de Pew, pude comprar casi todo lo que necesitaba para poner en funcionamiento el laboratorio”.
El nuevo trabajo de Silva-Valenzuela marca el comienzo de su independencia en su carrera científica —un logro importantísimo para cualquier investigador joven—, y el regreso a Chile agrega más entusiasmo a esta nueva faceta. Es una de las primeras becarias de Pew de 2016 en regresar a América Latina, pero experiencias como la de ella son habituales entre los becarios y representan una de las principales métricas de éxito del programa.
Desde 1991, el Programa de Becarios Latinoamericanos de Pew en el Campo de las Ciencias Biomédicas otorga fondos para ayudar a jóvenes promesas, investigadores de la región en el área de Biomedicina que se muestran prometedores, con el objeto de que obtengan puestos de trabajo posdoctorales con eminentes científicos los EE. UU. que, a su vez, puedan actuar como mentores y ofrecerles orientación durante dos años o más.
Aquellos que regresan a América Latina para abrir sus propios laboratorios reciben un subsidio adicional de $70.000 por parte del programa de Pew para comprar equipos y suministros. Aproximadamente, siete de cada diez becarios sacan provecho de esta iniciativa. Su impacto colectivo en la comunidad científica de América Latina incluye la publicación de más de 2.000 estudios, la obtención de puestos de liderazgo en instituciones académicas y gubernamentales, y la capacitación de alrededor de diez científicos cada uno.
Silva-Valenzuela se inscribió en el programa por recomendación de alguien que había recibido la beca para latinoamericanos en 2013. Para encontrar un patrocinador estadounidense, se comunicó con investigadores reconocidos que mostraban intereses similares y envió consultas a más de media docena de científicos (un requisito para inscribirse en la beca). La búsqueda incluyó laboratorios que no ofrecían puestos posdoctorales. Su táctica resultó útil, ya que consiguió el empleo en el laboratorio de Andrew Camilli, académico en Biomedicina de Pew del año 1997 de la Universidad de Tufts.
“Mi experiencia posdoctoral en los EE. UU. superó mis expectativas”, afirmó Silva-Valenzuela. La investigadora publicó en dos prestigiosas revistas artículos relacionados con Vibrio cholerae, la bacteria responsable de más de un millón de casos de cólera por año.
Sus experiencias fuera del laboratorio también la enriquecieron enormemente. Fue docente auxiliar de Camilli en un curso de Microbiología en el Laboratorio Cold Spring Harbor de Nueva York; viajó a Bangladesh para conocer de primera mano cómo él y sus colegas locales llevaban a cabo el trabajo de campo; y participó en conferencias científicas que ayudaron a darle forma a su investigación (y a establecer el rumbo de su carrera).
“Todas estas experiencias me permitieron aprender sobre otras personas y crear, para el futuro, una red de potenciales colaboradores”, explicó Silva-Valenzuela.
Dice que sus años como becaria la prepararon para los posibles desafíos y oportunidades que tiene por delante, mientras trabaja para crear el programa de Microbiología en el Centro de Estudios Científicos. Una de sus prioridades a corto plazo es continuar investigando datos fascinantes sobre las estrategias de supervivencia de Vibrio cholerae en ecosistemas acuáticos, con la información obtenida antes de finalizar sus estudios posdoctorales. Las aguas costeras de Chile ofrecen un excelente lugar de estudio de la bacteria en su entorno natural.
Silva-Valenzuela ampliará su investigación para incluir otras especies de Vibrio y explorar la manera en que desarrollan resistencia a condiciones hostiles del medioambiente y a agentes químicos terapéuticos y biológicos. Esos datos serían cruciales para la implementación de medidas que ayuden a prevenir la propagación del cólera en lugares más vulnerables a las epidemias. Por último, cuando comience el año lectivo, en el mes de marzo, la investigadora espera poder reclutar estudiantes para que trabajen y se capaciten junto a ella.
Y agrega: “Creo que no estaría donde estoy si no fuera por mi experiencia de formación en el programa de becarios”. Desde su nuevo laboratorio en Chile, Silva-Valenzuela puede contribuir a los descubrimientos científicos y al liderazgo que se necesitan para mejorar la salud humana en su país de origen y en todo el mundo.
Kara Coleman dirige los programas biomédicos de The Pew Charitable Trusts, incluidos los académicos en biomedicina, académicos de Pew-Stewart para la investigación sobre el cáncer y el programa para becarios latinoamericanos.