El esfuerzo para salvaguardar el 30 % del océano
Las áreas marinas protegidas son vitales para lograr la sustentabilidad total
Descripción general
El océano cubre más de dos tercios de la superficie de la Tierra y produce más de la mitad del oxígeno del planeta. Provee sustento e ingresos para miles de millones de personas y juega un papel muy importante en la regulación del clima a nivel global.1 Alberga a casi un cuarto de todas las especies conocidas, y a muchas otras que aún quedan por descubrir.2 Sin embargo, la salud del océano está cada vez más amenazada por la urbanización costera, el cambio climático, la contaminación, la pesca dañina, la minería en el lecho marino y otras actividades extractivas.
En 2016, miembros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) solicitaron la protección de, al menos, el 30 % de los océanos para 2030, mediante una red de áreas marinas protegidas (AMP) y otras medidas de conservación eficaces. Esta recomendación también aplica en altamar, es decir, en aquellas áreas que se encuentran fuera de la jurisdicción de cualquier país. Según la IUCN, un AMP es un espacio geográfico claramente definido que es reconocido, dedicado y administrado a través de medios legales u otros medios eficaces, para lograr la conservación de la naturaleza a largo plazo.3
Beneficios biológicos del 30 %
La protección de, al menos, el 30 % de los océanos mediante AMP es fundamental para poder alcanzar una amplia gama de objetivos ambientales y económicos. Los estudios han demostrado que las reservas marinas (el tipo de AMP más eficaz, donde está prohibida toda actividad extractiva), pueden restablecer la salud de los océanos protegiendo la biodiversidad, fortaleciendo la resiliencia de los ecosistemas,4 respaldando la productividad de las pesquerías y preservando las tradiciones culturales únicas que tienen una conexión histórica con los mares. La creación de áreas protegidas trae muchos beneficios, incluso algunos que van mucho más allá de los límites de las AMP. Por ejemplo:
- Las AMP pueden ayudar a conectar importantes áreas para que las especies vulnerables puedan alimentarse, aparearse y dar a luz. Crean ecosistemas más sanos que pueden generar ganancias clave para las comunidades insulares y costeras a través de las pesquerías sustentables y el turismo.
- También ayudan a fortalecer la resiliencia de los océanos frente a las alteraciones relacionadas con el clima, tales como acidificación de los océanos, aumento del nivel del mar, intensificación de las tormentas, cambios en la distribución de las especies, reducción de la productividad y disminución de la disponibilidad de oxígeno.5
- Las AMP correctamente diseñadas y bien reguladas pueden producir beneficios ecológicos notables, como mayor biodiversidad y densidad de especies, capacidad de restaurar las pesquerías más allá del área protegida, y aumentos en la resiliencia de los ecosistemas.6
Objetivos globales para la protección de los océanos
La Convención para la Diversidad Biológica (CBD) es un tratado internacional, jurídicamente vinculante, que busca garantizar la conservación de la diversidad biológica del mundo y promover el uso sustentable y la distribución equitativa de los beneficios de esa biodiversidad.
En 2020, se espera que las partes de la 15.ª reunión de la Conferencia de las Partes de la CBD adopten un nuevo marco de trabajo para la biodiversidad global a 10 años que incluya objetivos y metas para la protección de los océanos. Como las AMP juegan un papel crítico en la mitigación de las presiones en cuanto a la biodiversidad marina y las amenazas a la seguridad alimentaria, el proyecto Legado para los Océanos de Pew Bertarelli está trabajando para garantizar que las partes de la conferencia sigan las recomendaciones que solicitan la protección de, al menos, el 30 % de los océanos para ayudar a preservar la biodiversidad eficazmente. Investigaciones científicas demuestran que las reservas marinas tienen más éxito cuando son designadas junto a zonas de pesca bien administradas, de modo que fijar objetivos orientados a lograr la pesca sustentable en las demás áreas ayudará a fomentar la salud general de los océanos.
Garantizar la implementación de protecciones significativas
Durante la última década, las naciones han incrementado el uso de las protecciones marinas para salvaguardar grandes extensiones de agua. Esto comprende la creación de grandes AMP, como el Monumento Marino Nacional de Papahānaumokuākea creado por los Estados Unidos en las Islas de Hawái noroccidental en el Océano Pacífico.
La IUCN, que es la autoridad global en materia del estado de la naturaleza y de las medidas que son necesarias para su preservación, ofrece pautas para ayudar a los países a determinar cuándo un área cumple con los estándares internacionales para la protección marina. Por ejemplo, la organización remarca que el propósito principal de un AMP debe ser la conservación. Las actividades extractivas deberán tener bajo o nulo impacto ecológico y estar en consonancia con los objetivos de conservación del área. Las actividades como la pesca industrial, las obras de infraestructura o la minería submarina no son compatibles con los objetivos de protección. Esto significa que la conservación más eficaz proviene de las áreas que están íntegramente protegidas, donde no están permitidas las actividades extractivas ni destructivas de ningún tipo y donde se minimizan todos los impactos, o de aquellas que están alta o fuertemente protegidas, donde solo están permitidas las actividades extractivas de bajo impacto y donde se minimizan otros impactos en la mayor medida posible. Las pautas de la IUCN ayudarán a los países a notificar de forma más precisa sus AMP a la Base de Datos Mundial sobre Áreas Protegidas, lo cual mejorará el cálculo global sobre la proporción del océano realmente protegida.
Los estándares de la IUCN les permiten a los Gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y otras partes interesadas dar un seguimiento más preciso al progreso hacia las metas globales de conservación de los océanos y, además, pueden usarse para planificar y crear nuevas AMP que cumplan con los estándares mundiales y ofrezcan beneficios reales para la protección de los océanos.7 Una red de AMP correctamente diseñadas, bien reguladas y que cumplan con los estándares de la IUCN podría mejorar en gran medida la salud de los océanos, ayudar a alcanzar las metas de conservación y evitar la creación de áreas protegidas que no brinden los beneficios ecológicos previstos.
Conclusión
Las actividades extractivas y las amenazas causadas por la acción humana están afectando negativamente los ecosistemas marinos en todo el mundo, pero las AMP son una herramienta rentable, con una baja demanda de tecnología y que, según investigaciones científicas, ayudan a revertir esta tendencia.8 Además, brindan beneficios más allá de los límites del área protegida. Estos beneficios incluyen la mitigación de algunos de los impactos previstos del cambio climático y la preservación del fuerte vínculo que existe entre las culturas tradicionales y el mar. El aumento de la cobertura del área protegida hasta alcanzar, al menos, el 30 % para 2030 ayudaría a mitigar muchos de los desafíos a la salud de los océanos y permitiría a las futuras generaciones aprovechar los grandes beneficios que brindan estas aguas.
Notas
- National Oceanic and Atmospheric Administration, “Why Should We Care About the Ocean?” accessed July 18, 2018,https://oceanservice.noaa.gov/facts/why-care-about-ocean.html.
- Camilo Mora et al., “How Many Species Are There on Earth and in the Ocean?” PLOS Biology 9, no. 8 (2011): e1001127,http://dx.doi.org/10.1371/journal.pbio.1001127.
- International Union for Conservation of Nature and World Commission on Protected Areas, “Applying IUCN’s Global Conservation Standards to Marine Protected Areas (MPA)” (2018), https://www.iucn.org/sites/dev/files/content/documents/applying_mpa_global_standards_final_version_050418.pdf.
- Enric Sala and Sylvaine Giakoumi, “No-Take Marine Reserves Are the Most Effective Protected Areas in the Ocean,” ICES Journal of Marine Science 75, no. 3 (2017): 1166-68, https://doi.org/10.1093/icesjms/fsx059.
- Callum M. Roberts et al., “Marine Reserves Can Mitigate and Promote Adaptation to Climate Change,” Proceedings of the National Academy of Sciences 114, no. 24 (2017): 6167-75, http://www.pnas.org/content/114/24/6167.short.
- Jane Lubchenco and Kirsten Grorud-Colvert, “Making Waves: The Science and Politics of Ocean Protection,” Science 350, no. 6259 (2015): http://science.sciencemag.org/content/sci/350/6259/382.full.pdf.
- International Union for Conservation of Nature and World Commission on Protected Areas, “Applying IUCN’s Global Conservation Standards.”
- Sarah E. Lester et al., “Biological Effects Within No-Take Marine Reserves: A Global Synthesis,” Marine Ecology Progress Series 384 (2009): 33-46, https://www.int-res.com/articles/meps2009/384/m384p033.pdf.