Ocho formas en que la UE puede fortalecer la legislación sobre contaminación por plásticos

El proyecto de ley sobre microplásticos carece de normas que garanticen el cumplimiento y la responsabilidad del sector

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Ocho formas en que la UE puede fortalecer la legislación sobre contaminación por plásticos
El suelo está cubierto de pélets de plástico. Una nueva legislación ayudaría a reducir la contaminación por pélets de plástico en la Unión Europea.

En un paso decisivo que debería contribuir a reducir la contaminación por microplásticos en Europa, el Parlamento Europeo aprobó a finales de abril una legislación para limitar la contaminación por pélets de plástico, también llamados granza de plástico, esas partículas diminutas que constituyen los componentes básicos de la industria de fabricación de plásticos. Los pélets de plástico son la tercera mayor fuente de contaminación por microplásticos en la Unión Europea y se fabrican a partir de sustancias químicas producidas durante el refinado del petróleo o el gas. Los microplásticos son partículas de menos de 5 mm de tamaño.

El proyecto legislativo pasa ahora al Consejo Europeo para que los 27 Estados miembros de la UE lo revisen antes de que la Comisión Europea, el Parlamento y el Consejo negocien el paquete definitivo.

Los pélets de plástico se vierten en el medioambiente en todas las fases de la cadena de valor, incluido el transporte marítimo. Estas pérdidas crónicas pueden afectar a la pesca, la agricultura y el turismo, al contaminar los hábitats marinos, lo que puede provocar la ingestión de pélets por parte de peces y otros organismos marinos y en última instancia la entrada de plástico en la cadena alimentaria humana. En la agricultura, la contaminación por microplásticos afecta a la calidad de los cultivos y a la salud del suelo, lo que reduce el rendimiento de las cosechas. En el turismo, las playas y zonas costeras contaminadas pueden disuadir a los visitantes, lo que afecta a las economías locales que dependen de entornos limpios. Los organismos marinos pueden confundir fácilmente los pélets con alimento, lo que provoca una ingestión que causa daños físicos y efectos potencialmente tóxicos.

Los Estados miembros de la UE tienen ahora la oportunidad de mejorar esta legislación durante las negociaciones. Estas ocho disposiciones deberían incluirse para contribuir a alcanzar el objetivo de reducir la contaminación por microplásticos en un 30 % de aquí a 2030:

1. Ampliar las definiciones de pélets y transportistas

Dado que todos los tipos de pélets pueden verterse en el medioambiente independientemente de su tamaño o forma, la UE debe ampliar su definición de pélets de plástico, que actualmente no incluye las escamas ni el plástico en polvo, para garantizar que ningún tipo de pélet eluda el control. Los pélets se transportan por todo el mundo por distintos medios (ferrocarril, barco, por carretera), y en todos ellos se produce la pérdida crónica de este material. Por tanto, la definición de "transportistas" (los vehículos que transportan pélets) debe ampliarse para incluir todos los medios de transporte, especialmente el marítimo, ya que los buques son más propensos que otras formas de transporte a sufrir incidentes de vertidos significativos.

2. Incluir medidas específicas para el transporte marítimo de pélets

Y, dado que los accidentes marítimos representan una fuente importante y a menudo ignorada de vertidos de pélets, los legisladores deben reforzar la legislación para proteger el mar contra los vertidos. En concreto, deberían ordenar la aplicación de medidas específicas redactada por la Organización Marítima Internacional. Esto incluye protocolos claros de etiquetado y notificación para los contenedores que transporten pélets de plástico, requisitos de embalaje mejorados para resistir los rigores del transporte marítimo y pautas estrictas de estiba para garantizar que los contenedores queden seguros bajo cubierta o en lugares protegidos siempre que sea posible. Además, los legisladores deben abogar por la clasificación de los pélets de plástico como sustancias peligrosas o mercancías peligrosas en el Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas.  En los últimos años, numerosos accidentes marítimos han vertido grandes cantidades de pélets de plástico en el océano, lo que ha provocado grandes daños medioambientales y económicos. Entre ellos figuran el vertido del MSC Zoe en las playas de Bretaña (Francia) en 2019; el vertido de un carguero desconocido en las playas de Bretaña en enero de 2023; el vertido del MV Trans Carrier en las costas de Dinamarca, Noruega y Suecia en 2020; y la pérdida de la carga del Bedeko en Portugal, que alcanzó las costas de Galicia (España) en diciembre de 2023.

3. Imponer procedimientos de evaluación de riesgos y endurecer las obligaciones del sector

Todas las instalaciones que manipulen pélets, y las que participen en su transporte, deberán elaborar y mantener planes detallados de evaluación de riesgos (RAP, por sus siglas en inglés) para cada instalación y medio de transporte, centrados en la prevención, contención y limpieza de la contaminación por pélets de plástico. Estos RAP deben exigir que los operadores que manipulen pélets de plástico sigan procedimientos estrictos, como el uso de envases sellados resistentes a roturas e impactos y que no se degraden en el océano si caen por la borda.

4. Exigir certificación de terceros

Todos los operadores, independientemente de su tamaño o de la cantidad de pélets de plástico que manipulen, deben someterse a un proceso de certificación auditado de manera independiente para garantizar el cumplimiento de los requisitos de contención, prevención y limpieza. Las pequeñas empresas y las microempresas deberían disponer de más tiempo para la certificación inicial. Después, la recertificación debe producirse cada tres años con auditorías internas anuales, que son esenciales para evaluar la prevención de pérdidas de pélets. Estos informes de auditoría deben incluir evaluaciones de riesgos documentadas, incidentes registrados y medidas correctoras, resultados de auditorías anteriores, actividades operativas, registros, inspecciones visuales y controles aleatorios de emplazamientos y medios de transporte.

5. Restringir las exenciones a la certificación por terceros

Ningún operador debe quedar automáticamente exento de la certificación y otras disposiciones normativas por el mero hecho de estar registrado en sistemas alternativos de gestión y cumplimiento, como el Eco-Management and Audit Scheme o la Organización Internacional de Normalización. Cada sistema ofrece diferentes criterios y sistemas de evaluación de la gestión medioambiental de una empresa. Cuantos más regímenes queden exentos, más fragmentada será la verificación del cumplimiento para los Estados miembros, lo que a su vez debilitaría la eficacia general del marco jurídico y crearía más burocracia para las administraciones nacionales. Combinar los procesos de certificación y auditoría solo es viable si se exige la prevención, contención y limpieza de las instalaciones.

6. Establecer protocolos exhaustivos de notificación y restauración de incidentes

La legislación debe incluir sistemas de notificación de incidentes que obliguen a los operadores a abordar y mitigar inmediatamente los daños medioambientales derivados de los vertidos de pélets. Dado que estos vertidos pueden causar daños significativos a los ecosistemas, incluidos daños a la fauna y la propagación de contaminantes en ríos, arroyos o bosques, es fundamental que los operadores no solo informen de los vertidos, sino que también restauren los ecosistemas afectados y cubran los costes de limpieza de los pélets para que las administraciones locales no asuman estos gastos. Además, las personas afectadas y las comunidades vecinas deben tener derecho a obtener indemnizaciones de los operadores en caso de que se infrinja la legislación.

7. Reforzar las medidas y sanciones por incumplimiento

Un estudio de la Universidad de Flinders (Australia) demuestra que la contaminación por plásticos afecta no solo a animales a nivel individual, sino también a redes tróficas enteras. Por ello, la nueva legislación sobre pélets debe introducir sanciones estrictas acordes con el principio de "quien contamina paga" para responsabilizar a los operadores de la prevención y limpieza de los daños medioambientales, potenciar la restauración de los ecosistemas y proteger a las comunidades locales de la contaminación. Además, este proceso reforzado de tramitación de reclamaciones garantizaría que las reclamaciones válidas dieran lugar a medidas correctoras inmediatas y eficaces.

8. Hacer obligatoria la formación

La nueva legislación debe exigir que todos los operadores y todo el personal implicado en la manipulación de pélets de plástico reciban formación sobre buenas prácticas, gestión de vertidos y cumplimiento de la normativa.

Los legisladores de la UE tienen la oportunidad de transformar esta propuesta legislativa de un comienzo prometedor en un marco sólido que aborde eficazmente la contaminación por pélets de plástico. Alcanzar el objetivo de reducción del 30 % para 2030 requiere no solo ambición, sino también medidas exhaustivas y aplicables. Con estas ocho mejoras, el Gobierno de la UE puede contribuir a garantizar un medioambiente más sano y un futuro más seguro para todos.

Selene Álvarez Peña trabaja en el proyecto de prevención del vertido de plásticos en los mares de The Pew Charitable Trusts. Sarah Baulch dirige el equipo técnico del proyecto de prevención del vertido de plásticos en los mares de Pew. Natacha Tullis dirige las tareas de Pew de mejora de la legislación de la Unión Europea para frenar la contaminación por microplásticos.