Estudio identifica refugios climáticos para la biodiversidad en la Patagonia chilena

La investigación ubica distintas zonas terrestres y marinas con el potencial de ser refugios donde distintas especies podrían sobrevivir frente a cambios extremos en el clima.

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Estudio identifica refugios climáticos para la biodiversidad en la Patagonia chilena
Aguas turquesas con remolinos blancos del río Futaleufú, que es bordeado por altas rocas sobre las que crecen árboles nativos.
La Reserva Nacional Futaleufú, ubicada en la Región de Los Lagos y conocida internacionalmente como uno de los mejores lugares para hacer rafting y kayak, fue identificada por el estudio como potencial de refugio climático.
The Pew Charitable Trusts

Chile es reconocido mundialmente como uno de los destinos turísticos preferidos por quienes disfrutan de la naturaleza. De hecho, en 2022 Chile obtuvo el galardón del World Travel Awards, como el Mejor Destino Verde del Mundo. La Patagonia chilena en particular alberga un 75% de las áreas protegidas de país, por lo que su valor ecosistémico es tan relevante como su potencial escénico.

Hoy, gracias a un reciente estudio realizado por el Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile—que es apoyado por Pew—y el doctor en ecología, Patricio Pliscoff, sabemos que, además en este territorio se ubican vastas zonas con alto potencial de ser refugios climáticos para la biodiversidad.

Los refugios climáticos son zonas que tienen la capacidad de permanecer estables frente a los cambios climáticos extremos y servir de refugio para especies, ecosistemas y procesos biológicos que, de otra forma, podrían desaparecer. 

La identificación de estas áreas es relevante, ya que es un indicador de prioridad a la hora de desarrollar planes de conservación de territorios y maritorios ya que, como refugios, son esenciales para la conservación de la biodiversidad.

La identificación de la localización de estos refugios se logró a través de una propuesta metodológica que combina criterios de biodiversidad, geodiversidad y variables climáticas, y reveló la existencia de refugios climáticos terrestres a lo largo de toda la Patagonia, pero concentrados en algunos sectores como Chiloé continental e insular, en la Región de los Lagos; zona interior, entre la costa y el área de estepas, en la Región de Aysén; y extremo continental sureste y zona norte de la isla de Tierra del Fuego, en la Región de Magallanes. Los refugios climáticos marinos, en tanto, se presentan en cinco grandes zonas del área marina de la Patagonia chilena: en el norte de la Isla Grande de Chiloé, Región de Los Lagos; en el archipiélago de las Guaitecas, Región de Aysén; y en varios sectores de la Región de Magallanes, como los canales interiores del Parque Nacional Bernardo O’Higgins o al interior de la Reserva Nacional Kawésqar.

Otro interesante hallazgo realizado con este estudio es que 46 de las 58 áreas protegidas de la Patagonia chilena coinciden con zonas de potenciales refugios climáticos, destacando el Parque Nacional Hornopirén, la Reserva Nacional Futaleufú y Reserva Nacional Lago Palena, para los refugios climáticos terrestres, y el Parque Nacional Bernardo O’Higgins, la Reserva Nacional Kawésqar y el Parque Marino Diego Ramírez-Paso Drake, para los refugios marinos.

Conocer la ubicación de estos refugios es clave para planificar la conservación de estos espacios, y para desarrollar planes de manejo adecuados para aquellas áreas protegidas ya establecidas que se coinciden geográficamente con los potenciales refugios para la biodiversidad.

Francisco Solís Germani dirige el trabajo de The Pew Charitable Trusts en la Patagonia chilena.