Los humedales costeros emergen como un ecosistema fundamental para la buena salud climática
La animación muestra la manera en que estos ecosistemas ayudan a las personas y a la naturaleza durante la pandemia de la COVID-19 y después de ella
A medida que los líderes gubernamentales ajustan las políticas económicas en respuesta a la pandemia de la COVID-19, los méritos de alinearlas a los compromisos internacionales referidos al clima, conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) en el marco del Acuerdo de París, son cada vez más claros. Colocar a la naturaleza en un lugar primordial en las iniciativas de recuperación puede ayudar a los gobiernos a reconstruir la economía, la sociedad y los ecosistemas de una manera más sostenible.
En específico, los países deberían mejorar la protección y la restauración de los humedales costeros. Se trata de hábitats, como manglares, marismas salinas y praderas de pastos marinos, que ofrecen un amplio espectro de beneficios a las personas y al planeta. Estos ecosistemas ayudan a los países a fortalecer sus economías, mejoran las vidas y los medios de vida de la población, protegen la biodiversidad y colaboran en el cumplimiento de los compromisos internacionales referidos al clima.
Al amortiguar fuertes marejadas, filtrar agua, sostener la biodiversidad y almacenar cantidades de carbón de relevancia global, los humedales costeros son el vivo ejemplo de cómo las soluciones basadas en la naturaleza impulsan una recuperación ecológica. La animación anterior pone el foco en el amplio valor de estos ecosistemas.
La necesidad de protegerlos e invertir en ellos se incrementa por la alarmante velocidad a la que se están perdiendo: en los últimos 100 años, desapareció el 50 % de los humedales costeros de todo el mundo.
Entre los científicos, existe una firme comprensión de los beneficios climáticos que brindan los humedales costeros y, de hecho, esta constituye la base de las directrices del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.
Se trata de un cimiento sólido a partir del cual los países pueden mejorar las protecciones dentro del componente de mitigación de sus próximas CDN. Además, los humedales costeros también pueden destacarse perceptiblemente en los componentes de adaptación y resiliencia de una CDN, dada la amplia variedad de protecciones y servicios de ecosistema que brindan a las comunidades de primera línea y a la vida silvestre que encuentran cobijo y sustento en estos ecosistemas.
Con el objetivo de apoyar estas iniciativas, Pew y sus socios trabajan activamente con diversos actores gubernamentales y no gubernamentales en Belice, Costa Rica y Seychelles, países que han expresado la ambición de mejorar las protecciones de los humedales costeros en sus próximas CDN. Pew elogia el liderazgo de estos gobiernos y alienta a otros a asumir compromisos similares por el bien de la población, sus economías y el medioambiente global.