More Antarctic Marine Protections Needed at CCAMLR

HOBART, Australia—In mixed news for ocean conservation advocates, the body that governs all activity in the Southern Ocean around Antarctica concluded its 36th annual meeting today without creating a marine protected area (MPA) in East Antarctica. But the scientific body within the Commission for the Conservation of Antarctic Marine Living Resources (CCAMLR) did endorse a plan to monitor the world’s largest MPA, in the Ross Sea, which it created last year. The Pew Charitable Trusts applauds CCAMLR’s action on the Ross Sea plan, but is disappointed that the commission did not create a new marine reserve.

El Océano Austral (el que rodea la Antártida), es uno de los ecosistemas marinos menos alterados en la Tierra. Comprende el 15 por ciento del océano del mundo, y es hogar de cientos de especies que no se encuentran en ningún otro lugar: desde estrellas de mar de brillante colorido y gusanos bioluminiscentes hasta pulpos de color pastel. También es hogar de millones de pingüinos que dependen de grandes cardúmenes de kril, un pequeño crustáceo con apariencia de camarón, al igual que de otras especies forrajeras que forman la base de una delicada red trófica. Los científicos creen que este ecosistema está cambiando a causa del impacto del cambio climático y de la temperatura que está aumentando de manera más rápida que en cualquier otro lugar de la Tierra.

La Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Antárticos (CCRVMA) considera actualmente una propuesta para crear una reserva marina en el Mar de Weddell que cubriría una extensión de 700.000 millas cuadradas (1,8 millón de kilómetros cuadrados).

The Western Antarctic Peninsula and South Scotia Arc regions are some of the most biologically important areas of the Southern Ocean and have experienced the impacts of a changing climate more than almost anywhere else on Earth. Regional warming is leading to changing weather conditions, substantial declines in sea ice formation, and winter habitat loss for wildlife such as Adélie and chinstrap penguins, crabeater seals, and Antarctic krill, a forage species that forms the base of the food web. Combined with concentrated fishing for krill in coastal areas, these changing conditions are putting a strain on this fragile ecosystem and its remarkable biodiversity. Consequently, the Commission for the Conservation of Antarctic Marine Living Resources (CCAMLR) is considering a proposal to establish a large marine protected area (MPA) in this region.

En las aguas de la Antártida Oriental, las áreas de MacRobertson, Drygalski y D’Urville Sea-Mertz cubren casi un millón de kilómetros cuadrados. Juntas, conforman la propuesta actual para crear un sistema de áreas marinas protegidas (AMP) para ser considerado por la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA). The Pew Charitable Trusts respalda el establecimiento de reservas marinas de no pesca porque existe evidencia de que estas ayudan a fortalecer el ecosistema y a restablecer la biodiversidad. Además, las reservas marinas pueden impulsar la resiliencia climática. Específicamente, las reservas de no pesca pueden ayudar a los océanos y al planeta a adaptarse a seis impactos clave del cambio climático: acidificación de los océanos, aumento del nivel del mar, mayor intensidad de las tormentas, cambios en la distribución de las especies y reducción de la productividad biológica y disponibilidad de oxígeno.

In October 2016, the Commission for the Conservation of Antarctic Marine Living Resources (CCAMLR) established the Ross Sea Region Marine Protected Area. The 2.06-million-square-kilometer marine reserve, which covers an area larger than Mexico and includes the area under the Ross Ice Shelf, is the world’s largest marine protected area (MPA). It represents a major advancement in fulfilling CCAMLR’s commitment to create a network of marine protected areas in the Southern Ocean.