Ordenamiento del borde costero en Chile
En un país con una de las costas más extensas del mundo, la discusión sobre su uso está tomando auge entre los distintos actores de la sociedad
En Chile, la discusión sobre integración de la gestión marino-terrestre, el ordenamiento y uso del borde costero, incluyendo su conservación, es urgente, ya que se está definiendo la política institucional para organizar el uso de casi 83,850 kilómetros de línea costera continental e islas ligadas al continente del país. Esta decisión es de gran importancia para la Patagonia Chilena, ya que el 93% de esa línea de costa se concentra desde Puerto Montt al sur.
El borde costero es definido por la ley como una franja de 80 metros entre la línea más alta de la marea y tierra adentro (incluyendo todos los islotes, islas, fiordos y canales del mar chileno) que incluye una franja estática de también 80 metros en los lagos navegables. La discusión sobre las políticas de borde costero en Chile debe concebirse como un proceso que involucra al gobierno y la sociedad, así como a la ciencia y a los tomadores de decisiones, los intereses públicos y privados, con el objetivo de proteger y desarrollar adecuadamente el sistema costero y sus recursos.
Para aportar en espacios de debate y participación pública, la oficina en Chile de The Pew Charitable Trusts organizó el 7 de enero el seminario “Política Pública Para el Borde Costero—Integrando Tierra y Mar: Una Mirada al Futuro”. El evento estuvo dirigido a organizaciones no gubernamentales, dirigentes locales, parlamentarios y académicos interesados en el ordenamiento costero.
El seminario convocó a autoridades como el Ministro de Bienes Nacionales, Felipe Ward, quien expuso la visión gubernamental a seguir para organizar el uso de línea costera de Chile.
Entre los expositores estuvo el profesor Charles Lester, de la Universidad de California, Santa Bárbara, quién expuso sobre la experiencia de Estados Unidos en el manejo de un proceso de planeación para resolver los conflictos sociales, económicos y ambientales que se derivaron del desarrollo de actividades productivas y del uso de espacios en la zona costera, con énfasis en el acceso público, conservación y recreación.
En Chile, la discusión sobre integración de la gestión marino-terrestre y el ordenamiento y uso del borde costero—incluyendo su conservación—es de la mayor relevancia. Un encuentro como este le da al debate distintas visiones sobre lo que involucra una política de borde costero para un país como Chile. También es importante aprovechar esta oportunidad para recoger lecciones aprendidas de lo que ha sucedido en otros países, por lo que quisimos contar con la participación de académicos y expertos de California (EEUU) en el marco del acuerdo de cooperación Chile-California.
Las temáticas que fueron abordadas en el seminario fueron:
- De la abundancia a la escasez: A pesar de que Chile tiene una extensa zona costera, en un par de décadas se ha generado un incremento sostenido—y muchas veces no planificado—de su uso y ocupación. Algunos impactos de ello son la falta de accesos al borde costero, deterioro ambiental y social.
- Visión integrada mar y tierra: Los mecanismos institucionales existentes, tanto para la planificación e implementación, no favorecen una gestión integral marino-costera-terrestre, conjugando las diversas actividades productivas, el resguardo de los ecosistemas naturales, los asentamientos humanos y los usos de interés público.
- Marco regulatorio actual y adaptación dinámica del territorio costero: Se presenta información sobre la ley de borde costero, ley de gobiernos regionales y planes reguladores, al igual que el rol de los municipios y gobiernos regionales. ¿Qué hemos aprendido de los desastres naturales y crisis ambientales? ¿Cómo nos preparamos para los impactos del cambio climático.
Acerca del programa Patagonia Chilena de Pew:
Instaurado en 2016, tiene como motor cinco objetivos clave relacionados a la conservación de la Patagonia Chilena: elevar los estándares de los parques ya existentes a niveles internacionales; establecer nuevas áreas protegidas; proteger el borde costero y aguas interiores; mejorar la protección en terrenos fiscales y privados; incrementar y catalizar recursos técnicos y económicos para la conservación.
Francisco Solís Germani dirige el trabajo de The Pew Charitable Trusts en la Patagonia Chilena.