Para acabar con la sobrepesca en la UE, los ministros deben seguir a la ciencia
Exceder reiteradamente los límites de captura recomendados por los científicos ha perjudicado la recuperación de las poblaciones de peces.
El bacalao (Gadus spp.) es una de las especies gestionadas por la Unión Europea. Los datos sobre la población del Mar del Norte muestran un reciente progreso en su recuperación así como el grado de sobreexplotación que retrasó dicha recuperación.
© Joachim S. MuellerLos ministros de Pesca de la Unión Europea que regresan de las vacaciones estivales tienen mucho en lo que ponerse al día. La negociación de los planes plurianuales, la gestión interna de las cuotas de pesca, y por supuesto el Brexit competirán por captar la atención de los ministros cuando pongan en marcha la actividad anual de establecer los límites de pesca para el próximo año.
Por lo tanto, las personas responsables de tomar estas decisiones deberían agradecer que los científicos especializados en pesca que asesoran a las instituciones de la UE hayan trabajado arduamente para presentar un asesoramiento exhaustivo sobre la cantidad máxima de cada población que puede capturarse de manera sostenible en 2018. Juzgar el tamaño de las poblaciones de peces es una tarea compleja que está sujeta a incertidumbres; sin embargo, el Consejo Internacional de Exploración del Mar (CIEM) ofrece una increíble variedad de consejos sobre las poblaciones de la UE. Los datos del CIEM deberían reducir significativamente la cantidad de conjeturas que deben hacer los ministros para gestionar las poblaciones de manera eficaz y sostenible.
El CIEM generalmente muestra cómo desarrolla sus recomendaciones para cada población: menciona los supuestos empleados y presenta opciones para la gestión. Este asesoramiento, de acceso público, es una excelente fuente de datos independientes para complementar, o contradecir, los informes periodísticos sobre el estado de las poblaciones. Por ejemplo, los datos sobre el bacalao del Mar del Norte muestran un reciente progreso en la recuperación de la población, así como el grado de sobreexplotación que retrasó dicha recuperación.
Cabe resaltar que el CIEM incluye límites específicos (en toneladas) en la parte superior de su asesoramiento para que hasta los lectores inexpertos puedan localizar la cifra máxima a la que la Comisión Europea debe adherirse en sus propuestas de límites de pesca y que los ministros no deberían exceder en las decisiones del Consejo de Pesca.
El avance para acabar con la sobrepesca continúa siendo demasiado lento
Tal como destacó la Comisión en su comunicado de julio, los ministros frecuentemente omiten el asesoramiento científico y, en cambio, establecen límites de pesca superiores al máximo recomendado por el CIEM. La proporción de poblaciones para las cuales se establecen límites de captura por encima del asesoramiento científico ha disminuido, pero el progreso en pos de acabar con la sobrepesca es aún demasiado lento. El comunicado describe los pasos básicos necesarios para implementar la Política Pesquera Común de la UE y eso incluye la propuesta y fijación de límites de pesca que no excedan el asesoramiento científico.
Los ministros se reunirán en octubre para establecer los límites de pesca de 2018 para las poblaciones del Mar Báltico y tendrán la oportunidad de hacerlo correctamente al respetar el asesoramiento científico detallado del CIEM en cuanto al nivel máximo de pesca que debe permitirse para cada una de esas poblaciones. Nuestras recomendaciones para los límites de 2018 se basan en este asesoramiento y reflejan los requisitos del plan plurianual de las poblaciones del Báltico que el Consejo y el Parlamento Europeo acordaron el año pasado. A pesar de estos planes a más largo plazo, el año pasado, al menos para tres de las 10 poblaciones del Báltico, se establecieron límites de captura por encima del asesoramiento científico. Los ministros deben hacerlo mejor este año.
Los ministros deben acatar el asesoramiento científico y la ley de la UE
En el período previo a la decisión del Consejo sobre los límites de pesca, observamos, a menudo, que los ministros se encuentran bajo la presión de permitir más pesca que la aconsejada científicamente o de crear una nueva «ciencia» que justifique límites más altos. El año pasado no fue la excepción, ya que algunos cálculos quedaron sin explicación incluso después de que se decidieran los límites. Según la ley, el peso de la prueba radica en que ningún ministro proponga límites superiores a los que aconseja el CIEM. Por lo tanto, recomendamos que cualquier ciencia que los ministros citen para justificar la fijación de límites superiores a los del CIEM tenga que publicarse y ser revisada por otros científicos antes de que el Consejo se reúna. Permitir que se analicen estos datos mejorará la transparencia y permitirá que los ministros se responsabilicen de sus decisiones. En cualquier caso, exceder el asesoramiento del CIEM debería ser la excepción, mientras que la regla es seguir el asesoramiento exhaustivo y, en muchos casos, establecer límites más bajos que los máximos, tal como lo requiere el plan plurianual.
Es obligación de la Comisión Europea guiar a los ministros para que respeten ese asesoramiento e implementen la ley al decidir los límites de pesca para el Báltico en octubre. Mientras tanto, los ministros pueden estar agradecidos de que el asesoramiento internacional independiente ayude a simplificar las decisiones que llegarán a sus escritorios este otoño.
Andrew Clayton encabeza los esfuerzos de The Pew Charitable Trusts para acabar con la sobrepesca en el noroeste de Europa.