No lo quiere, no lo desperdicie
Minimizar la captura incidental ayuda a las poblaciones de peces y a los pescadores
La captura no intencional de peces y otra fauna silvestre que muchas veces se desechan al mar muertos o agonizando es conocida como captura incidental y es un problema persistente en la administración de pesca. Esta representa un desecho masivo de recursos de los océanos de Estados Unidos. Casi una quinta parte del total de la pesca comercial es desechada en los Estados Unidos, resultando en un total de 4.6 millones de libras de peces al día.1
Muchos tipos de equipos de pesca capturan y matan más vida marina de la planificada. Los pescadores se deshacen de la captura incidental por diversas razones: necesitan espacio para especies de más valor, la posesión de ciertas especies es ilegal o existen regulaciones de tamaño y cantidad de pesca. Además de dañar los ecosistemas oceánicos, la captura incidental pone en riesgo diferentes oportunidades económicas. En el 2013, científicos de pesca de la NOAA estimaron que los peces desechados debido a su especie o tamaño le costaban a las pescaderías $427 millones en perdidas de venta en puerto, $4.2 billones en ventas de mariscos (por ejemplo, el mariscos y su empaque) y 64,000 trabajos anualmente.2
La ley Magnuson-Stevens requiere a los administradores minimizar la captura incidental en la “medida que sea posible”, pero se necesita un estándar menos ambiguo para crear soluciones y eliminar lagunas.
La solución
Como parte de la reautorización de la ley Magnuson-Stevens, el Congreso debe reforzar el requerimiento para reducir la captura incidental al solicitar a los administradores:
- Minimizar la captura incidental y reducir la mortalidad de captura incidental inevitable en vez de simplemente minimizar estas cuando sea posible.
- Evaluar el efecto de la captura incidental en los intentos de restaurar poblaciones de peces reducidas.
- Aplicar una definición consistente de captura incidental para incluir toda la captura incidental de peces y vida silvestre como aves marinas, mamíferos marinos y mortalidad desapercibida por equipos de pesca.
Captura incidental: Una mirada más de cerca
Los administradores pueden encontrar maneras innovadoras de reducir la captura incidental sin impedir que la pesca continúe. Un ejemplo se puede encontrar en el Golfo de México donde un palangre de pesca de superficie para atún de aleta amarilla y pez espada ha desechado históricamente más de la mitad de su captura, la mayoría muertos.3 Esto incluye el atún rojo del Atlántico cuya población se ha reducido, tiburones, pez espada joven y tortugas marinas en peligro de extinción. Afortunadamente existen equipos de pesca alternativos que resultan en mucha menos pérdida de vida marina mientras permiten que el pescador persiga a su objetivo de captura. Datos recientes del Golfo revelan que el equipo alternativo podría capturar económicamente el atún de aleta amarilla, permitiendo retener o liberar el 94% de la captura de todas las especies, comparado con 64% en los palangres.4
Minimizando el desecho, restaurando los peces
A pesar de gestiones diseñadas para rehabilitar especies reducidas, algunas poblaciones aún luchan para recuperarse y la captura incidental puede poner presión adicional en estas especies y dificultar su progreso. En el Atlántico Sur de Estados Unidos, poblaciones de especies populares como el pargo, mero pintarroja y mero negro siguen extremadamente vulnerables a la mortalidad por captura incidental en otras pesquerías.5 Estas poblaciones se podrían recuperar más rápido con acciones de manejo que reduzcan el desperdicio involuntario.
Los beneficios de minimizar la captura incidental en el océano puede también sentirse río arriba. Se han hecho esfuerzos significativos para restaurar el hábitat de agua dulce de los arenques de río y sábalos, los cuales migran río arriba desde el océano para desovar. Sin protecciones en el océano, una racha entera de estos peces pueden ser aniquilados por el paso de un barco de jabeguero industrial en busca de arenques de mar. Para asegurarse que las inversiones en restauración produzcan los resultados deseados, la ley debe requerir las mejores prácticas para minimizar la captura incidental de estas y otras especies importantes en el mar abierto.
Notas finales
- Discard rate from William A. Karp et al., eds., 2011 U.S. National Bycatch Report, National Marine Fisheries Service (2011), NOAA Tech. Memo. NMFS-F/SPO-117C, http://www.nmfs.noaa.gov/by_catch/BREP2011/2011_National_Bycatch_Report.pdf; and pounds per day calculated using total landings from 2013 (9.9 billion pounds) from Alan Lowther and Michael Liddel, eds., Fisheries of the United States 2013, National Marine Fisheries Service (2014), http://www.st.nmfs.noaa.gov/Assets/commercial/fus/fus13/FUS2013.pdf.
- Wesley S. Patrick and Lee R. Benaka, “Estimating the Economic Impacts of Bycatch in U.S. Commercial Fisheries,” Marine Policy 38 (2013): 470–475, doi:10.1016/j.marpol.2012.07.007.
- Kenneth Keene and Lawrence Beerkircher, National Oceanic and Atmospheric Administration, Southeast Fisheries Science Center, pers. comm., Cameron Jaggard, The Pew Charitable Trusts, Aug. 10, 2010.
- David W. Kerstetter et al., “Alternative Gears Pilot Program: Evaluation of Greenstick and Swordfish Buoy Gears in the Gulf of Mexico: 2011–2013,” final report, Nova Southeastern University Oceanographic Center (2014).
- Nicholas A. Farmer and Mandy Karnauskas, “Spatial Distribution and Conservation of Speckled Hind and Warsaw Grouper in the Atlantic Ocean Off the Southeastern U.S.,” PLOS ONE 8 (2013), doi:10.1371/journal.pone.0078682; and SouthEast Data, Assessment and Review, “SEDAR 24 Stock Assessment Report: South Atlantic Red Snapper,” Southeast Fisheries Science Center (2010), http://www.sefsc.noaa.gov/sedar/download/SEDAR%2024_SAR_October%202010_26.pdf?id=DOCUMENT.
Este resumen fue actualizado el 17 de junio de 2015 para reflejar refinamientos en el mensaje.