Los pescadores de atún de todo el mundo utilizan dispositivos de concentración de peces o DCP (es decir, dispositivos flotantes artificiales debajo de las cuales se concentran muchas especies) para aumentar la captura. Sin embargo, esos dispositivos también derivan en grandes cantidades de captura incidental o accesoria y,a menudo, se convierten en desechos marinos, en gran medida porque las organizaciones internacionales que regulan esas pesquerías cuentan con medidas limitadas de ordenación de DCP en vigencia.
El uso de DCP se ha incrementado significativamente en las últimas décadas, impulsado por tecnologías que también los han hecho más eficaces. Cada una de las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera de túnidos tropicales (OROPt) —la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA), la Comisión del Atún para el Océano Índico (CAOI) y la Comisión de Pesca del Pacífico Occidental y Central (CPPOC)— han comenzado a lidiar con el problema de cuál es la mejor forma de manejar el uso de DCP, pero las medidas actuales siguen siendo inadecuadas.
The Pew Charitable Trusts revisó las medidas de ordenación de los DCP en vigor en todas esas organizaciones y encontró enfoques ampliamente divergentes. Ninguna de las OROPt ha establecido aun un plan integral.
Estas organizaciones de ordenación deben aprovechar las estrategias y mejores prácticas ya probadas y disponibles, según sus necesidades específicas y mandatos de sus convenciones. Este documento presenta los conceptos básicos en cuatro categorías temáticas que deberían tratarse de inmediato: intercambio de información, medidas de ordenación del atún, mitigación de la captura incidental o accesoria y reducción de los desechos. También incluye una comparación de las medidas que cada OROPt tiene en vigencia.
Aunque es posible que no todas esas políticas sean necesarias para todas las pesquerías, cada OROPt debería adoptar inmediatamente un enfoque de ordenación de DCP que mitigue el impacto de estos dispositivos y garantice su uso sostenible.
La falta de regulación de las OROPt ha permitido que el uso de DCP se expanda rápidamente desde la década de 1990. Aunque se desconocen las cifras exactas, un estudio de Pew de 2015 estimó que podrían usarse hasta 121 000 DCP al año.1
Los pescadores despliegan los DCP en el mar porque los atunes se juntan debajo de ellos. Un diseño típico incluye una balsa con redes que cuelgan a una profundidad de hasta 100 metros bajo la superficie. Una boya conectada por satélite transmite la ubicación a un buque pesquero. Las boyas más sofisticadas incluyen ecosondas que indican a los pescadores la cantidad de atunes que hay bajo el DCP y, en algunos casos, las especies.
Estos dispositivos de deriva han incrementado la eficacia de los buques cerqueros que utilizan enormes redes para cercar y capturar grandes cantidades de atún barrilete. Esto ha incrementado la oferta mundial de esta importante fuente de proteínas y ha apoyado muchos medios de subsistencia, pero también ha afectado a otras poblaciones detúnidos y especies marinas.
Por ejemplo, los atunes patudos y de aleta amarilla, tanto pequeños como juveniles, también se juntan alrededor de los DCP. Aunque los buques pesqueros posiblemente no busquen pescar estos peces, según el lugar donde se pesque, si los DCP no se gestionan de manera adecuada, su uso puede llevar a capturas no sostenibles de una o ambas especies. Esto reduce sus poblaciones y su productividad. Este problema ha ocurrido en todo el mundo, por ejemplo, con el atún patudo en el Océano Atlántico y el de aleta amarilla en el Océano Índico, donde ambos experimentan sobrepesca y están sobreexplotados.
En el Pacífico, la situación del atún patudo sigue siendo motivo de preocupación. En el Pacífico oriental, esta especie sufre de sobrepesca, mientras que en las aguas occidentales del océano, se cree que actualmente la población es saludable, aunque se está capturando una gran cantidad de peces juveniles.
Los DCP también causan la muerte de especies amenazadas o protegidas como los tiburones y las tortugas, que pueden quedar atrapados en las mallas o ser capturados incidentalmente en las redes de cerco. Y los DCP contaminan y dañan los hábitats cuando estas artes de pesca se pierden o se abandonan en el mar. A menudo, la propiedad legal es poco clara, en parte porque los buques pescan con cualquier DCP que encuentren, ya sea que lo desplieguen o lo encuentren por casualidad. Como resultado, los pescadores usualmente tratan los DCP como si fueran desechables, por lo que estos dispositivos terminan en las playas y arrecifes de coral y contribuyen a la contaminación por plástico.
Las OROPt han progresado lentamente en la regulación de estos dispositivos, pero se dispone de una serie de estrategias que aun no se han implementado ampliamente y que pueden ayudar a gestionar mejor el alcance de los impactos causados por los DCP.
Las estrategias seleccionadas que se resumen aquí son algunas de las mejores prácticas identificadas en 2017 por expertos en un Simposio Científico independiente sobre DCP a nivel global y reflejan algunas de las conclusiones de la primera reunión del Grupo de Trabajo Conjunto sobre DCP de las OROPt, que reunió a representantes de tres de las cuatro OROP de túnidos tropicales con el fin de identificar prioridades y acciones para la ordenación de los DCP.2
Pew seleccionó las estrategias a incluir en este documento a partir de una lista más extensa elaborada en esas reuniones, sobre la base de tres criterios: pueden aplicarse en el contexto de las OROPt, son viables como políticas regulatorias y no requieren que se ponga en marcha el desarrollo de nuevas tecnologías en el corto plazo. Estas estrategias no representan una lista exhaustiva, sino que se ofrecen como punto de partida para el debate.
Se presentan en cuatro categorías de temas que deberían tratarse de inmediato: intercambio de información, medidas de ordenación del atún, mitigación de captura incidental o accesoria y reducción de desechos. La lista no incluye algunas estrategias valiosas, como exigir, en la medida de lo posible, el uso de materiales biodegradables para la construcción de los DCP, que requieren un mayor desarrollo tecnológico, pruebas o clarificación de términos para hacerse plenamente efectivas.
Las mejoras en la ordenación de los DCP deberían hacerse en conjunto con otras acciones necesarias para garantizar que las pesquerías sean sostenibles, independientemente del arte de pesca que se utilice. Por ejemplo, la presión de pesca de todos los artes de pesca sobre una población debe mantenerse dentro de los niveles recomendados científicamente, y deben implementarse plenamente sistemas de cumplimiento eficaces.
La siguiente evaluación compara las regulaciones relacionadas con los DCP publicadas en cada OROP de túnidos con las estrategias expuestas en este documento. Otorga a las OROPt el beneficio de la duda al suponer un cumplimiento del 100 por ciento de estas reglas por parte de los miembros. Sin embargo, la evaluación no refleja situaciones en las que una flota o los Estados hayan adoptado políticas sobre DCP fuera de las medidas de ordenación de las OROPt. Para cumplir con los criterios, una estrategia debe ser obligatoria; se considera que las medidas voluntarias no cumplen con los criterios.
El análisis de Pew muestra que, actualmente, ninguna de las cuatro OROP que gestionan túnidos tropicales adopta un enfoque integral para la ordenación del uso de DCP. Se ha avanzado en la reducción del impacto sobre las tortugas marinas y se ha exigido el uso de diseños a prueba de enmallamiento. Aun así, la CPPOC, el área de las OROPt donde probablemente ocurre el mayor número de despliegues anuales de DCP, no tiene una medida instaurada que exija el uso de diseños a prueba de enmallamiento para este arte de pesca.
Quedan por tratar efectos ecológicos significativos, especialmente con respecto a la captura incidental y no sostenible del atún patudo y el de aleta amarilla, y la recuperación de DCP perdidos y abandonados. Se debería mejorar la información sobre los DCP mediante el intercambio de datos de las boyas satelitales y el marcado de balsas. Además, cuando las OROPt hayan adoptado estrategias para mitigar los impactos de los DCP, dichas estrategias deberían revisarse periódicamente para evaluar qué funciona y qué no, e identificar oportunidades de mejora. Las OROPt deberían compartir las lecciones aprendidas a través de esfuerzos como, por ejemplo, el Grupo de Trabajo Conjunto sobre DCP de las OROP de túnidos.
Se han identificado estrategias prometedoras y de eficacia comprobada para la ordenación de DCP. Las cuatro OROP de túnidos tropicales deberían ahora acordar la toma de medidas que permitan el uso de DCP dentro de parámetros biológicos seguros y la adopción de medidas adecuadas para sus pesquerías. Los responsables de formular políticas pueden salvaguardar la salud del entorno marino; solo necesitan la voluntad de aplicar estas soluciones.