Un plan de distinción
Las reglas de pesca en el Caribe estadounidense podrían ser a la medida
Nueva propuesta consideraría la cultura, la economía y las necesidades de los pescadores en el manejo de los recursos marinos
Las islas caribeñas son tan diversas como sus habitantes. La cultura, la economía y el estilo de vida de cada una influyen en el uso que las personas les dan a los recursos marinos.
Sin embargo, los administradores federales de pesquerías de Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los EE. UU. las tratan como una sola unidad a la hora de determinar gran parte de sus reglas de pesca. Existe una nueva propuesta que podría resolver esta problemática al establecer planes de manejo de pesquerías por isla.
De esta manera se atenderían las necesidades de regulación de cada isla, ya que se estudiarían la captura pesquera, la demanda económica local, el hábitat y las preferencias culturales de productos marinos. Además, se tendrían en cuenta las influencias naturales y humanas y la presión que tienen sobre los ecosistemas.
Los planes de manejo de pesquerías por isla fueron concebidos por el Consejo de Administración de Pesca del Caribe, el cual está conformado por pescadores, científicos y funcionarios gubernamentales locales y federales. En el 2017, el consejo celebrará vistas públicas en las que los pescadores y el público tendrán la oportunidad de manifestar su opinión sobre la propuesta, específicamente qué especies deberían incluirse; cómo deberían agruparse y qué datos deberían tenerse en cuenta para establecer reglas que aseguren la pesca sostenible.
Primer paso hacia un mejor manejo
Los planes de manejo por isla podrían sentar las bases para que los administradores de las pesquerías del Caribe estadounidense tengan tener un acercamiento más moderno e integral en el desarrollo de regulaciones de pesca el cual es conocido como manejo de pesquerías basado en el ecosistema. Al utilizar este método abarcador, los manejadores consultan a los pescadores y a otros constituyentes para establecer normas de pesca sustentadas en información científica y de otro tipo con respecto a los muchos factores que afectan a los peces incluyendo el lugar donde viven, se refugian y desovan; qué comen y quién se los come a ellos; y las condiciones cambiantes del océano, como el calentamiento y la acidificación del agua. Este enfoque es mejor para el océano y puede beneficiar el desarrollo económico proveniente de la pesca y mantenerla sólida en el futuro.
Reglas de manejo que se mantendrían vigentes
Los corales, las esponjas y los pepinos de mar del Caribe — algunos de los cuales se usan en acuarios o se venden como manjares en el mercado asiático— están entre las tantas especies que continuarían protegidas en los nuevos planes de manejo por isla. La propuesta mantendría las protecciones existentes que prohíben la extracción de estas especies o el participar en actividades que pueden dañar los corales, por ejemplo, el anclaje donde existen corales y el uso de ciertos tipos de artes de pesca. Los frágiles arrecifes de coral de la región sirven como hábitat crucial para la alimentación y la reproducción de peces y otros animales marinos. Los pepinos de mar ayudan a reciclar los nutrientes esenciales para que los arrecifes tropicales se mantengan saludables. Mientras, las esponjas proveen un hogar a la vida marina. Preservar este hábitat es un elemento clave del manejo de pesquerías basado en el ecosistema y los planes de manejo por isla ayudarían a asegurar que las protecciones futuras se adapten a la realidad de cada lugar.
Algunas especies podrían comenzar a ser protegidas
El manejo de pesquerías por isla podría incluir medidas proactivas que promuevan la captura sostenible del dorado (mahi mahi), una de las especies más populares del Caribe. En Santa Cruz, es la tercera especie más pescada. En Puerto Rico, donde su captura es la mayor, es el sexto pescado más popular en la actividad comercial y el primero en la recreativa. Esta última no está sujeta a una cuota sino que tiene la limitación de 10 peces por persona al día o 30 por bote al día en aguas territoriales.