El Océano Pacífico Oriental alberga algunas de las pesquerías de atún más valiosas y productivas del mundo. Tal como lo destacó The Pew Charitable Trusts en su informe de 2016 “Netting Billions: A Global Valuation of Tuna”, el valor de la pesca de atún en el Pacífico Oriental superaba los USD 1.100 millones para los pescadores de la región y los USD 5.800 millones en el punto final de venta. De hecho, en ese momento, la captura anual promedio en el Pacífico Oriental era casi tan elevada como la de la totalidad del Océano Atlántico.
La Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) es responsable de la conservación y la ordenación eficaces y a largo plazo de las diferentes especies de atunes, tiburones y de otras especies altamente migratorias del Pacífico Oriental tropical. Para asegurar la sostenibilidad de estas valiosas pesquerías, los miembros de la Comisión deberían tomar tres medidas fundamentales durante la reunión anual que se celebrará del 22 al 26 de julio en Bilbao, España:
El trasbordo alude a la práctica de transferir la captura de un buque de pesca a un buque de carga, que luego entrega el pescado en el puerto. Este es un paso importante de la cadena global de suministro de productos pesqueros que suele desarrollarse fuera de la vista y el alcance de las autoridades y, por ende, genera oportunidades para la realización de actividades ilícitas, así como también el envío de información errónea o nula sobre captura. Este año, los miembros de la CIAT deben adoptar políticas tendientes a aumentar la transparencia y facilitar la verificación de las actividades de trasbordo.
Dado que la última actualización de las normas de la Comisión sobre esta actividad generalizada tuvo lugar en 2012, la cantidad de trasbordos registrados ha aumentado más de un 65 %. Además, un reciente análisis efectuado sobre la base de datos públicos de posicionamiento de buques indica que es posible que se hayan llevado a cabo trasbordos no autorizados en el área de la convención de la CIAT en 2017.
La CIAT debe requerir la remisión de las declaraciones de trasbordo presentadas en tiempo real a todas las autoridades pertinentes, así como solo permitir las autorizaciones de trasbordo a buques procedentes de países que sean miembros o colaboradores no miembros de la CIAT. Por último, la CIAT debería fortalecer sus acuerdos de intercambio de información respecto de las actividades de trasbordo con la Comisión de Pesca del Pacífico Central y Occidental, incluso en lo que concierne a los datos recopilados por los observadores a bordo.
Atrás quedaron los días en que los administradores consideraban al establecimiento anual de un límite de captura a corto plazo como la mejor forma de ordenar la pesca. Hoy en día, los administradores y otras partes interesadas están comenzando a advertir que acordar una estrategia de captura puede evitar que el estancamiento político se interponga en el camino de la ordenación sostenible. Una estrategia de captura es un sistema preventivo con base científica de normas de ordenación plurianuales, que guía a la pesca futura para asegurar que la población de peces se mantenga saludable y que activa medidas automáticas si dicha población se encuentra en peligro de sobreexplotación pesquera. Las estrategias de captura se prueban por medio de técnicas de simulación computarizada a fin de verificar que su rendimiento esté alineado con los objetivos generales de las pesquerías.
Los miembros de la CIAT deberían proporcionar fondos para acelerar el uso de técnicas de evaluación de las estrategias de ordenación para todas las especies clave. Este enfoque de modelado para la evaluación de las normas aplicables a la captura y los esfuerzos de pesca incorpora información sobre la biología y la dinámica poblacional de los peces, y tiene en cuenta la incertidumbre y la variación medioambiental.
Además, los miembros deberían acordar la creación de un grupo de trabajo que posibilite el diálogo entre científicos y administradores. La importancia de este grupo es fundamental, ya que el proceso de la estrategia de captura depende de la comunicación entre científicos, administradores y partes interesadas, y del consenso de todos estos actores respecto de los objetivos comunes para la pesquería y la salud de las poblaciones de peces, así como de los métodos más idóneos para lograr esos objetivos.
Mientras tanto, los miembros de la CIAT deberían actuar sin demora para poner fin a la sobrepesca de especies tan valiosas como el atún de aleta amarilla, el patudo y el atún de aleta azul del Pacífico. Para ello, será necesario acordar las reducciones que resulten apropiadas para la captura y el esfuerzo de pesca.
Por último, una ordenación adecuada también requiere mejorar la recopilación de datos para su uso en las áreas de la ciencia y el cumplimiento. Aunque los grandes buques pesqueros con redes de cerco cuentan con observadores humanos a bordo en todos sus viajes, la cobertura en los buques de palangre es extremadamente baja. Los miembros de la CIAT también deberían acordar el logro de una cobertura de observadores del 100 % en este tipo de buques. Este objetivo debería llevarse a cabo por medio de observadores humanos y cámaras, y la Comisión debería priorizar el desarrollo de un programa de seguimiento electrónico a nivel regional, que prevea los estándares adecuados de recopilación de datos.
La CIAT es la única organización regional de ordenación pesquera de atún que no cuenta con adecuadas medidas del Estado rector del puerto. La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), que representa hasta 1 de cada 5 peces, es una de las mayores amenazas para la sostenibilidad de las pesquerías del mundo. Por lo tanto, modernizar las normas que rigen para la captura y la transferencia del atún en el agua deben estar acompañadas de fuertes controles portuarios tendientes a impedir la entrada al mercado de los productos de la pesca INDNR.
Para garantizar que todos los miembros jueguen bajo las mismas reglas, la CIAT debería adoptar un sistema sólido de estándares mínimos a fin de regular el uso de los puertos por parte de los buques de pesca y las inspecciones en tales puertos.
La reunión de este año es la oportunidad para que los miembros de la CIAT ayuden a ponerle fin a las operaciones de pesca ilegal asegurándose de que sus medidas en puertos sean suficientes y de que los funcionarios estén exigiendo su debido cumplimiento.
Jamie Gibbon es un administrador del equipo de pesquerías internacionales para The Pew Charitable Trusts.