Un barco pesquero utiliza sus redes frente a la costa de Escocia, en Reino Unido.
Un barco pesquero utiliza sus redes frente a la costa de Escocia, en Reino Unido.
A pesar de que la normativa europea que regula los límites de pesca para el año 2016 se haya establecido hace poco, ya están en marcha los preparativos para el próximo ciclo de toma de decisiones.
Las nuevas recomendaciones científicas están ya en desarrollo y la Comisión Europea publicará pronto su política sobre cómo abordará este proceso en 2017. Por ello, este es un buen momento para mirar hacia atrás, recordar cómo se establecieron los límites de pesca en 2016 y aprender la lección para el próximo ciclo.
Cada mes de diciembre, los ministros de pesca de la Unión Europea se reúnen en el Consejo para establecer los límites de captura de las poblaciones del Atlántico Noreste y sus aguas adyacentes. Aunque la mayoría de participantes se compromete a basar sus decisiones en las recomendaciones científicas, los límites establecidos son a menudo superiores a los aconsejados. La falta de transparencia en las deliberaciones del Consejo hace que sea difícil juzgar qué bases se utilizan para configurar la toma de decisiones o qué posiciones específicas adoptan los diferentes países de la UE.
Entonces, ¿en qué medida se ajustan los ministros al asesoramiento científico y a los requisitos de la Política Pesquera Común (PPC)? La reformada PPC, que entró en vigor en 2014, incluía el compromiso de poner fin a la sobrepesca en 2015, siempre que fuese posible, y nunca más tarde de 2020.
Un análisis realizado por Pew el pasado mes de marzo compara los límites de pesca fijados para 2016 con el asesoramiento científico establecido para las poblaciones de las aguas del noroeste de Europa, en la medida en que esto fue posible con la información pública disponible. La buena noticia es que, en general, se establecieron menos límites por encima del asesoramiento que el año anterior. Sin embargo, en los casos en los que los límites de pesca continuaban siendo demasiado altos, la cantidad media establecida por encima del asesoramiento aumentó.
Cabe señalar que, desde el año pasado, ha cambiado poco el panorama para las poblaciones de las que se tienen datos científicos específicos sobre las tasas de captura a nivel del “Rendimiento Máximo Sostenible” (RMS). Esto significa que, aunque la ciencia logró averiguar lo necesario para alcanzar un objetivo clave de la PPC, este año los ministros optaron por no permitir ningún progreso para estas poblaciones.
La sobrepesca prolongada no facilitará las decisiones futuras.
Los ministros se arriesgan a que puedan surgir problemas por retrasar la correcta implementación de la PPC. La sobrepesca prolongada no facilitará las decisiones futuras.
Un análisis de la Comisión Europea confirma que los ministros no están llevando a cabo los avances necesarios para poner fin a la sobrepesca. Su reticencia a dar los pasos precisos hace que ahora sea especialmente importante que la Comisión proporcione informes precisos y exhaustivos, incluyendo la evaluación de las poblaciones en relación con los puntos de referencia de mortalidad por pesca y de biomasa en el RMS específicos de la PPC.
Esperamos una comunicación clara de la Comisión, cuando exponga su Política en junio, que afirme que se realizarán avances para poner fin a la sobrepesca este año. Continuaremos apoyando a la Comisión y los ministros de pesca en sus esfuerzos por establecer los límites de pesca que permitan alcanzar este objetivo fundamental.
Andrew Clayton dirige los esfuerzos de Pew para poner fin a la sobrepesca en el noroeste de Europa.