Los líderes del Consejo, el Parlamento y la Comisión Europea acordaron, el pasado mes de marzo, un plan plurianual (MAP, siglas en inglés) para ciertas poblaciones de peces del Mar Báltico. Este compromiso a tres bandas llega después de 10 meses de negociaciones.
Durante este periodo, los representantes del Parlamento se opusieron firmemente a los esfuerzos del Consejo para establecer algunos elementos clave del plan fuera de la Política Pesquera Común (PPC). El resultado es un plan que pone mayor énfasis en la flexibilidad que en la fidelidad estricta a los requerimientos de la ley.
La primavera pasada, después de que la Comisión publicara su propuesta de MAP, el Parlamento definió su posición sobre el plan del Báltico acordando un mandato de negociación conforme a la PPC.
La política exige la restauración y el mantenimiento de las poblaciones de peces por encima de unos niveles capaces de producir el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), el mayor nivel de captura que se puede extraer de una población sin afectar significativamente a su reproducción.
Sin embargo, el Consejo, compuesto por los ministros responsables de pesca de los 28 Estados miembro, adoptó una posición que permitía unos límites de captura que podrían incumplir con los objetivos de la PPC y conllevar una sobrepesca continuada.
En el proceso de negociación, el Parlamento, representado por el eurodiputado polaco Jarosław Wałęsa, destacó la importancia de ceñirse a los límites definidos en la PPC. El Consejo, por su parte, demandó flexibilidad en forma de rangos de captura por encima de los límites claramente especificados en la PPC. Tras prolongadas negociaciones y una constante presión política, las partes lograron un compromiso.
A cambio de conceder cierta flexibilidad al Consejo en circunstancias excepcionales, el Parlamento defendió con éxito la recuperación de las poblaciones a niveles saludables y productivos, un objetivo clave de la PPC. No obstante, este compromiso pone a algunas poblaciones en riesgo de sobrepesca por incluir índices de mortalidad por pesca superiores al RMS.
Los planes plurianuales tienen el propósito de reducir la toma de decisiones basada en intereses cortoplacistas y de maximizar la probabilidad de prácticas pesqueras sostenibles. El MAP para el Mar Báltico es el primer plan que se rige por la reformada PPC al que seguirán otros, como el del Mar del Norte y el del Océano Atlántico, al oeste de Escocia e Irlanda.
Del proceso de negociación del MAP para el Báltico hemos aprendido que resulta imperativo que el Parlamento continúe defendiendo ambos objetivos claves de la PPC; acabar con la sobrepesca y restaurar las poblaciones a niveles saludables. Para facilitarlo, la Comisión tiene la obligación de hacer propuestas claras que incluyan evaluaciones de impacto que demuestren cómo las tasas de mortalidad por pesca propuestas podrían acabar con la sobrepesca y restablecer las poblaciones de peces, conforme a la PPC.
Andrew Clayton dirige los esfuerzos de Pew para acabar con la sobrepesca en el noroeste de Europa.