El notable paisaje ecológico y geológico del archipiélago de Revillagigedo le valió a la cadena de islas en el Océano Pacífico frente a México su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2016. Las cuatro islas volcánicas -Socorro, Claríon, San Benedicto y Roca Partida- a veces son reconocidas como las “Galápagos mexicanas” y se ubican a unos 400 kilómetros (250 millas) al sur de la península de Baja California.
Las aguas alrededor de las islas tienen el mayor número de especies de coral en el Pacífico mexicano, lo que ayuda a mantener un ecosistema con 366 especies de peces, incluidas 26 que no se encuentran en ningún otro lugar. Cuatro especies de tortugas marinas anidan, se alimentan y se reproducen en el archipiélago, mientras que se han observado al menos 28 especies de tiburones en la región. Las ballenas jorobadas, que buscan aguas más cálidas para dar a luz, pasan el invierno en Revillagigedo.
Las islas y sus montes submarinos están ubicados en la zona de convergencia de las aguas de baja temperatura de la corriente de California, y aquellas más templadas provenientes de la corriente de la costa mexicana. Esta mezcla de corrientes crea las condiciones para la existencia de surgencias de nutrientes desde el fondo del mar hacia la superficie, lo que contribuye a la gran abundancia de vida marina en la zona. La región también contiene importantes características volcánicas subacuáticas, incluidos los flujos de lava y las fuentes hidrotermales que soportan diversos ecosistemas sin luz solar y en algunas de las condiciones más extremas de la Tierra.
El 24 de noviembre de 2017 el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, firmó el decreto de creación del Parque Nacional Archipiélago de Revillagigedo. El Parque abarca 148,087 kilómetros cuadrados (57.177 millas cuadradas), un área equivalente al tamaño de la península de Yucatán en el sureste de México.
Esta acción ayudará a México a proteger la vida marina en las islas y la costa mexicana, y también a preservar Revillagigedo como un importante nodo de conectividad marina para muchas especies que emigran por el Océano Pacífico.
El proyecto Legado para los Océanos de Pew Bertareli, trabajó con Beta Diversidad y la Coalición para la Defensa de los Mares de México (CODEMAR), dos organizaciones ambientalistas mexicanas, para entregar apoyo científico y técnico que permita el establecimiento de esta reserva, y para crear conciencia sobre los beneficios de preservar las aguas que rodean el archipiélago.
Proyecto Legado para los Océanos Pew Bertarelli
En 2017, The Pew Charitable Trusts y la Fundación Bertarelli unieron fuerzas para crear el Proyecto Legado para los Océanos de Pew Bertarelli. Este esfuerzo se basa en una década de trabajo de parte de ambas organizaciones para proteger el océano. La iniciativa Global Ocean Legacy de Pew, establecida en 2006, ayudó a obtener compromisos para salvaguardar más de 6,3 millones de kilómetros cuadrados de océanos, al trabajar con filántropos, grupos indígenas, líderes comunitarios, funcionarios gubernamentales, y científicos. Por su parte, la Fundación Bertarelli ha trabajado desde 2010 para crear áreas protegidas marinas alrededor del mundo, y a la vez avanzar nuestro conocimiento de la ciencia de los océanos.