La Organización Mundial del Comercio (OMC) adoptó un largamente esperado acuerdo sobre las subvenciones a la pesca en junio de 2022 al finalizar su 12.ᵃ Conferencia Ministerial. El acuerdo, que constituye un paso histórico hacia garantizar la sostenibilidad del océano, abordará uno de los factores clave de la sobrepesca ya que restringirá las subvenciones perjudiciales, es decir, los pagos que realizan las naciones a operadores de pesca comercial para mantener la rentabilidad del negocio. En concreto, el acuerdo prohíbe otorgar subvenciones que permitan (1) la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR); (2) la pesca de poblaciones sobrepescadas, o (3) la pesca en altamar de poblaciones no ordenadas. El acuerdo también insta a los países a ejercer una “debida moderación” al otorgar subvenciones a buques que no portan su bandera o que pescan poblaciones de peces cuyo estado se desconoce. Como parte del acuerdo, los ministros de comercio se comprometieron tanto a continuar las negociaciones sobre los asuntos pendientes de tratamiento como a recomendar nuevas reglas conforme a dichas negociaciones en la próxima conferencia ministerial.
El Acuerdo de la OMC sobre las Subvenciones a la Pesca es la culminación de más de 20 años de negociaciones, ya que la OMC —que funciona por consenso— finalizó un texto que acordaron los 164 miembros. Mediante este tratado, los miembros de la OMC le dan un nuevo impulso a la multilateralidad, lo que demuestra que la organización puede obtener logros significativos de importancia mundial.
El acuerdo, que aún deben aceptar formalmente dos tercios de los miembros de la OMC para poder entrar en vigor, marca el primer acuerdo vinculante multilateral de la organización referido a problemas de índole medioambiental y podría ser el primero de otros desafíos en este campo de los que se ocupe la OMC. De hecho, más de 70 miembros ahora forman parte del Diálogo Informal sobre la Contaminación Producida por los Plásticos y el Comercio de Plásticos Ambientalmente Sostenible, que actualmente considera maneras de reducir la contaminación generada por los plásticos mediante políticas comerciales. El acuerdo sobre las subvenciones también podría servir de catalizador para una reforma más amplia sobre las pesquerías tanto a nivel regional como a nivel nacional. En tal sentido, podría exigirles a los Gobiernos tener en cuenta la salud de las poblaciones de peces en el momento de otorgar subvenciones a sus flotas.
El acuerdo representa un paso significativo hacia el cumplimiento de una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En 2001, la OMC comenzó a debater sobre cómo abordar las subvenciones perjudiciales, al reconocer el daño que estas infligían sobre el océano. En 2015, se acordó el objetivo 14.6 de los ODS de la ONU, mediante el cual los líderes del mundo se comprometían a trabajar en la OMC para prohibir ciertas formas de subvenciones a la pesca para 2020. Debido a la pandemia y demás crisis globales, no se cumplió el plazo original de la OMC; sin embargo, los negociadores insistieron y finalmente llegaron a un acuerdo.
Según el informe sobre el Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura 2022 (también conocido como el informe SOFIA) de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el 35 % de las poblaciones de peces de todo el mundo está explotado más allá de niveles sostenibles. Especialistas externos resaltan que los Gobiernos destinan $22.000 millones al año a subvenciones que impulsan la sobrepesca. Estas subvenciones van, principalmente, a flotas de pesca industrial para reducir de manera artificial los costos de combustible y de construcción de buques, a la vez que les permite capturar más peces al adentrarse más en el mar y durante períodos más prolongados.
El Acuerdo sobre las Subvenciones a la Pesca dispone reglas para prohibir ciertas formas de subvenciones perjudiciales a la pesca, a la vez que establece medidas para determinar la transparencia y la responsabilidad de los Gobiernos respecto al apoyo que brindan a sus sectores de pesquería.
El acuerdo aún no aborda todas las subvenciones, como las que se otorgan para la acuicultura y las pesquerías en aguas internas. Sin embargo, sí aplica a cualquier subvención, incluidas las subvenciones para mejorar la capacidad, que apoye la pesca mediante captura de especies marinas en estado natural y las “actividades relacionadas con la pesca en el mar”, entre ellas, el transbordo (la descarga de productos de un barco a otro en el mar) y el aprovisionamiento de combustible y personal, además de encuadrarse en las condiciones de las prohibiciones centrales establecidas en el acuerdo.
El acuerdo contiene tres disposiciones principales:
El acuerdo es un documento vigente y orgánico que les permite a los miembros revisarlo y posiblemente enmendarlo una vez que hayan ganado experiencia a partir de su implementación
Además de las disposiciones que prohíben las subvenciones perjudiciales, el Acuerdo sobre las Subvenciones a la Pesca incluye varias medidas que mejoran la transparencia y permiten un seguimiento más efectivo de la implementación de las reglamentaciones sobre las subvenciones a la pesca. Los países tendrán que proporcionar a la OMC información detallada sobre sus programas de subvenciones (por ejemplo, el objetivo político, la forma, la duración y el monto de la subvención) y tendrán que detallar el tipo de pesca que subvencionan, incluida información sobre el estado de la población de peces, las medidas de conservación u ordenación implementadas, los datos de captura de la pesquería en cuestión y más información general sobre la estructura de supervisión de las pesquerías del país.
El acuerdo les permite a los miembros usar el mecanismo de resolución de problemas de la OMC, uno de los hitos de la organización, para exigir a los miembros el cumplimiento de sus obligaciones. Los miembros también acordaron incluir una consideración especial para los países que se definen como “en desarrollo” y “menos desarrollados” mediante la cual se les concede un período de gracia de dos años para cumplir con los procedimientos de solución de diferencias de la OMC en virtud de lo dispuesto en los Artículos 3 y 4. Se incluye una disposición para brindar asistencia técnica y aumento de capacidades a estos países a fin de asegurar que puedan implementar el acuerdo.
Para obtener el máximo potencial del acuerdo, se deben dar algunos pasos importantes:
Todas las partes interesadas (desde Gobiernos hasta el sector industrial y la sociedad civil) deben mantener el impulso positivo que implica la adopción del acuerdo y trabajar para fortalecerlo e implementarlo lo antes posible. Tales acciones son clave para poner fin a la sobrepesca y mejorar la salud del océano.