Las parejas de pingüinos Adelia comparten la tarea de incubar los huevos y cuidar a las crías al turnarse para proteger a los pichones.
Los pingüinos Adelia (Pygoscelis adeliae) se llaman así por Adélie Pepin, esposa del explorador francés Jules Sébastien César Dumont D’Urville, quien descubrió estas aves durante una expedición a la Antártida en 1840. Tienen un aspecto similar al de otras especies de pingüinos, pero se distinguen por sus picos negros y sus ojos marrones rodeados de plumas blancas.
Existen alrededor de 2,37 millones de parejas reproductoras de pingüinos Adelia distribuidas en la Antártida y en algunas islas subantárticas. Las principales poblaciones reproductoras se pueden encontrar en la región del Mar de Ross, la Península Antártica, el Arco de Escocia y al este de la Antártida.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza,clasifica a los pingüinos Adelia como una especie Casi Amenazada de extinción. El cambio climático es una de las principales amenazas que enfrenta esta especie. Los cambios en el hielo marino pueden afectar la migración anual y el aumento de las nevadas puede reducir la estabilidad del hábitat de nidificación. Además, el contacto con los humanos puede afectar a las colonias, y el aumento de la pesca de kril puede contribuir a la disminución del alimento y a la reduccion de la población.