La sobreexplotación pesquera ha afectado gravemente a muchas poblaciones de tiburones alrededor del mundo. En general, los tiburones crecen muy lentamente, maduran tarde y producen pocas crías durante períodos de vida largos. Eso los hace especialmente vulnerables a la sobreexplotación y lentos para recuperarse de la presion pesquera.
La demanda de aletas, carne, aceite de hígado y otros productos de tiburones ha impulsado los declives a nivel mundial. Se calcula que más de la mitad de todas las especies de tiburones y mantarrayas está amenazada o casi amenazada a la extinción debido a la sobreexplotación pesquera.
Cada año, se atrapan y matan unos 100 millones de tiburones en las pesquerías comerciales, un número que no es sustentable. Sin importar si esto es accidental, no deseado o buscado, el efecto resultante en los ecosistemas oceánicos requiere una acción urgente.
Los tiburones sedosos, los zorros ojones, los zorros comunes y los zorros pelágicos son los que están especialmente en peligro. La sobreexplotación pesquera en las pesquerías objetivo de tiburones, la pesca incidental en dispositivos de pesca para otras especies y los niveles elevados de pesca ilegal y no regulada han provocado reducciones drásticas en sus poblaciones en todos los lugares en donde habitan.
Las medidas internacionales de protección no son la solución total. Las medidas de administración deben ponerse al día con la escala de los problemas que enfrentan estos tiburones antes de que sea demasiado tarde.