Nickol Perez estaba sentada en un centro comunitario para personas con trastorno por consumo de sustancias en Lexington, Kentucky, cuando una amiga de su ciudad natal la llamó desde Miami. Al escuchar a Perez hablar español con soltura, el personal del lugar mostró interés. Habían estado buscando a una persona que pudiera conectarse con los residentes hispanos del área en su idioma nativo.
Perez, quien también se encontraba en recuperación, había realizado trabajo comunitario en la organización durante la primavera de 2022, pero nadie sabía que era bilingüe. “De la nada, me escucharon pasar de inglés a español y dijeron ‘¡Un momento!, te necesitamos’”, comentó a The Pew Charitable Trusts.
Así es como Perez comenzó su carrera como mentora para la recuperación en español. Hoy, ella trabaja en Voices of Hope, otra organización originaria de Lexington que ayuda a las personas que se están recuperando de un trastorno por consumo de sustancias. Sus esfuerzos por prestar servicios a la comunidad hispana son respaldados por una subvención otorgada por Pew con el apoyo de Bloomberg Philanthropies.
“Uno de nuestros valores centrales es que queremos brindar apoyo a las personas para la recuperación sin importar su raza, etnia, religión, identidad sexual y demás características”, comentó David Brumett, gerente de programa en Voices of Hope. “Para nosotros, poder comunicarnos en español significa mejorar el acceso para todas las personas”.
Según datos de la agencia federal Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias de 2021, las personas hispanas que necesitan recibir tratamiento son menos propensas a recibirlo en comparación con el estadounidense promedio.
Desde que Voices of Hope contrató a Perez en octubre de 2022, ha ampliado los recursos y servicios en español de la organización de forma constante.
“Estamos cambiando todo”, explicó Perez. “Nuestros carteles, formularios de inscripción, pruebas de embarazo y materiales de reducción de daños como las tiras reactivas de fentanilo… Ahora tenemos todo ese material en español. Y si alguien desea hablar, puede hablar conmigo”.
Además de hablar el mismo idioma, Perez también comparte las experiencias vividas con las personas a quienes ayuda. De hecho, el 98 % del personal de Voices of Hope están en recuperación.
“Es bueno saber que tengo a alguien aquí [Voices of Hope] que habla mi idioma, y que puede relacionarse conmigo y con lo que estoy pasando en mi vida”, contó Alejandro, residente de Lexington a quien Perez ayuda varias veces por semana. “Estoy agradecido con Voices of Hope por ser un lugar seguro al que puedo ir cuando tengo problemas del día a día” (Alejandro, quien pidió que no se divulgara su apellido, compartió sus comentarios en español con Perez para que se utilizaran en este artículo).
Perez comenta que las experiencias compartidas tienen un fuerte impacto. “Cuando las personas saben que tú has pasado por lo mismo que ellos, esto es probablemente lo más importante de todo”, comentó. “Realizo muchas tareas de divulgación en las comunidades en donde era una consumidora activa y quienes me conocen de allí me dicen que ahora me he convertido en una gran inspiración. Nunca pensé que sería esa persona”.
Como parte de la subvención de Pew, Perez está organizando reuniones en español en el marco de los programas que se conocen como estrategias de reducción de daños (HRW, Harm Reduction Works) y entrenamiento de autogestión y recuperación (SMART, Self-Management and Recovery Training). Como alternativa a los grupos enfocados solo en la abstinencia, las sesiones de HRW ayudan a las personas a reducir el consumo de sustancias y a limitar los riesgos de sufrir sobredosis y contraer enfermedades infecciosas. En el programa SMART, por otro lado, se emplean técnicas cognitivo-conductuales para ayudar a las personas a cambiar el modo de pensar, de sentir y de actuar con respecto al consumo de sustancias. Ambas estrategias reúnen a los pares para apoyarse y aprender unos de otros.
Los participantes de Voices of Hope —“participantes” es el término que se utiliza en el programa para referirse a las personas que reciben apoyo— dependen de otras organizaciones para recibir servicios de atención médica y tratamiento residencial, entre otros. Sin embargo, según las investigaciones y los expertos en el campo, entre estas organizaciones, hay pocas opciones para las personas cuyo idioma principal es el español. Según un análisis de Pew, la mayoría de los programas de tratamiento del trastorno por consumo de opioides de Kentucky solo prestan servicios en inglés.
“No hay muchos hogares de recuperación o centros de rehabilitación que cuenten con personas que hablen español”, explicó Perez. “Y no puedo estar ahí para traducir los materiales a las personas las 24 horas del día y los siete días de la semana”.
Aun así, está investigando organizaciones en el área de Lexington y compilando una lista de organizaciones que tienen cierta capacidad para prestar servicios a las personas en español, para poder derivar participantes si fuera necesario.
“Voices of Hope es una inspiración en Lexington y refleja la verdadera necesidad que tienen las comunidades de todo el país de satisfacer las necesidades lingüísticas de todos sus miembros”, comentó Brandee Izquierdo, directora de los programas de salud conductual de Pew. “La atención equitativa requiere una comunicación equitativa”.