Tras décadas de sobrepesca y políticas pesqueras ineficaces, el Parlamento Europeo y los 28 gobiernos de los Estados miembros de la Unión Europea acordaron en 2013 reformas trascendentales en la Política Pesquera Común (PPC) de la UE. La meta: hacer que la pesca sea sostenible al establecer objetivos para restaurar las poblaciones de peces, mantener ecosistemas saludables y salvaguardar pesquerías estables y productivas para la flota de la UE.
La PPC necesita que los ministros garanticen niveles de explotación sostenibles “en 2015, cuando fuera posible, y de forma progresiva e incremental a más tardar en 2020 para todas las poblaciones de peces”. Ahora, con el plazo de 2020 para acabar con la sobrepesca que llega a su límite, merece la pena preguntarse si estos objetivos se están logrando y si los ministros de Pesca están utilizando de manera responsable las herramientas clave de la PPC: el establecimiento de los límites de los totales admisibles de capturas (TAC) en las reuniones del Consejo AGRIFISH.
El Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca (CCTEP) de la Comisión de la UE analiza la presión pesquera cada año en el Atlántico noreste y la compara con los niveles permitidos en la PPC. El comité sigue observando que se pesca una gran proporción de poblaciones de peces por encima de los límites permitidos.
Los datos de otras regiones representan un panorama aún peor. En el mar Mediterráneo la gran mayoría de las poblaciones de peces están sobreexplotados.
Cada año, desde que la PPC revisada entró en vigor en 2014, The Pew Charitable Trusts ha comparado las decisiones de los ministros de Pesca sobre los límites de captura en el Atlántico noreste con las recomendaciones científicas disponibles. Aunque la proporción de los límites establecidos por encima de las recomendaciones científicas se está reduciendo, este progreso es demasiado lento como para cumplir con el plazo de la PPC para acabar con la sobrepesca.
Nuestro análisis revela que la principal herramienta disponible para corregir la excesiva presión pesquera que reconocen los datos oficiales, esto es, el establecimiento de los TAC, se utiliza para permitir que la sobrepesca continúe. Las decisiones de los administradores de las pesquerías de la UE les impiden lograr los objetivos de la ley.
Este patrón de implementación inadecuado se ve reflejado también en la incapacidad para lograr los objetivos de recuperación de las poblaciones de peces de la PPC, agravado por una falta de información oficial sobre el progreso en esta materia. Específicamente:
Además de notificar el progreso, la Comisión es la responsable de proponer los límites de captura cada año, junto con otras leyes importantes en virtud de la PPC. El comisario y otros administradores también participan en el proceso del Consejo, en el que ayudan a los ministros a establecer los límites de captura, a menudo ajustando las propuestas para garantizar un acuerdo.
La Comisión puede orientar a los ministros hacia una gestión pesquera responsable mediante la propuesta de límites de captura acordes con las recomendaciones científicas. No obstante, la Comisión a menudo propone límites por encima de las recomendaciones científicas publicadas sin explicar completamente cómo se ha llegado a dichos límites. La Comisión afirma que basa sus propuestas en los datos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM), pero los límites propuestos son normalmente superiores a los recomendados por el CIEM. Sin embargo, la proporción de límites por encima de las recomendaciones científicas se ha reducido con el tiempo.
La falta de claridad en el proceso de propuestas de la Comisión se ve eclipsado con la opacidad del proceso que los ministros de Pesca de los 28 Estados miembros de la UE afirman seguir para tomar decisiones en el Consejo. Los ministros rara vez establecen un límite de captura por debajo de lo que la Comisión ha propuesto y a menudo aumentan los límites de captura por encima de lo que los científicos aconsejan que es sostenible. Estas decisiones se toman a puerta cerrada en el edificio del Consejo, a menudo en sesiones que duran toda la noche y que no están abiertas al público; además se proporciona una escasa o nula justificación cuando se establecen límites demasiado altos. En 2016, Transparency International investigó la toma de decisiones del Consejo sobre los límites de captura y recomendó notables mejoras, de las cuales, muy pocas se han materializado. Finalmente, en mayo de 2019, el Defensor del Pueblo Europeo ha anunciado una investigación sobre la falta de transparencia asociada con las “famosas reuniones nocturnas” de los ministros para acordar límites de pesca.
A pesar de estos obstáculos, todas las partes deben seguir trabajando para cumplir con los requisitos de la PPC. Contar con una gestión pesquera sostenible es bueno para las poblaciones de peces, el medio marino, los trabajadores, la rentabilidad del sector, la seguridad alimentaria y los consumidores. Los encargados de la toma de decisiones de la UE tienen la obligación legal de acabar con la sobrepesca y cuentan con las herramientas para lograrlo. Ahora solo necesitan demostrar el deseo político al seguir las recomendaciones científicas, y la legislación, para salvaguardar las poblaciones de peces de Europa.