Los progresos y retrasos marcan los esfuerzos de la UE para acabar con la sobrepesca

Con el plazo límite cada vez más cerca, 2018 podría ser decisivo en la cruzada por lograr la sostenibilidad.

Los progresos y retrasos marcan los esfuerzos de la UE para acabar con la sobrepesca
Merlán (Merlangius merlangus), pequeño pez emparentado con el bacalao, almacenado en la bodega de un arrastrero mientras esperan ser desembarcados. El reciente progreso de la UE para equiparar los límites de captura con las recomendaciones científicas supone un rayo de esperanza para acabar con la sobrepesca para 2020, un plazo que se acerca rápidamente.
Monty Rakusen/Getty Images

En nuestra reciente conferencia, el Comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca de la Unión Europea, Karmenu Vella, defendió intensamente la pesca sostenible. En su discurso de clausura, remarcó que “poner fin a la sobrepesca tiene sentido medioambiental, social e incluso económico”, y concluyó que “la cuestión no es si podemos permitirnos actuar [sino] cómo podemos permitirnos no actuar”.

Esta urgencia es bienvenida y debe servir para informar sobre la postura de la Comisión Europea, ya que empieza a prepararse la propuesta sobre los límites de pesca del próximo año: un proceso que se pone en marcha con la publicación de la “Comunicación” de la Comisión sobre las oportunidades de pesca cada verano. Tal y como destacamos en un análisis de febrero, los ministros del Consejo de Pesca, a la hora de establecer los límites de 2018, avanzaron considerablemente en la dirección de seguir las recomendaciones científicas. Por primera vez desde la reforma de 2013 de la Política Pesquera Común (PPC), el Consejo estableció la mayoría de los límites de acuerdo con las recomendaciones científicas, después de unas negociaciones maratonianas que duraron más de dos días y dos noches, y en las que el Comisario Vella recordó a los ministros sus compromisos con la PPC.

A pesar de este progreso, el Consejo estableció el 44% de los límites para 2018 por encima de las recomendaciones científicas publicadas y proporcionó poca información nueva que justificara el motivo de esta actuación. La Comisión, en su último informe sobre la implementación de la PPC, también destaca que la sobreexplotación pesquera aún persiste. Para 2016, el último año cubierto por ese informe, al menos un 41% de las poblaciones de peces se capturaron a un nivel demasiado alto. Con solo dos años antes de que se cumpla el plazo de 2020 marcado en la PPC para acabar con la sobrepesca en aguas de la Unión Europea, a los ministros de Pesca todavía les queda mucho trabajo por hacer.

No obstante, la aceleración en el progreso en la toma de decisiones es motivo de optimismo. Tal y como dijo el comisario Vella, los ministros de Pesca, que ostentan el poder para acabar con la sobrepesca, cada vez comprenden mejor las incuestionables razones para actuar así. Entonces, ¿a partir de ahora irá todo viento en popa?

Eso aún está por ver. Nos encontramos en un año decisivo para la gestión de la pesca de la UE: El Comisario Vella participará en la toma de decisiones sobre los límites de pesca por última vez antes del fin de su mandato; la reunión del Consejo de Ministros de Pesca de noviembre establecerá los límites de captura para las poblaciones de peces de aguas profundas para 2019 y para el año 2020 en el que se cumple el plazo; además, los legisladores de la UE deberán adoptar las medidas finales para implementar la obligación de desembarque según la PPC.

Un informe reciente demuestra la gran variación entre las regiones en su progreso hacia la pesca sostenible. La sobrepesca en el mar Mediterráneo, por ejemplo, es en gran medida más grave que la del noreste del océano Atlántico. En el norte de Europa, algunas zonas están actuando mejor que otras al con respecto al seguimiento del criterio científico al establecer los límites de captura. Esperamos que las decisiones tomadas en 2018 reduzcan esta disparidad y equiparen la gestión de la pesca de la UE con las recomendaciones científicas.   

Los planes plurianuales específicos de cada región están concebidos para garantizar que cada área cumpla los requisitos de la PPC. Sin embargo, los planes acordados hasta ahora para el mar Báltico y el mar del Norte, así como la última propuesta de la Comisión para las aguas occidentales, no satisfacen esta ambición con objetivos que parecen sacados de un “corta y pega” entre sí y que, en muchos casos, permiten pescar por encima de los límites legales, lo que impide que se alcancen los objetivos de la PPC. Estos planes también presentan el riesgo de generar confusión entre los científicos, ya que los legisladores piden por un lado a los organismos científicos que comparen el progreso con un punto de referencia y por otro lado buscan asesoramiento sobre los límites de captura utilizando otro punto de referencia diferente.

Esta reducción sistémica de las aspiraciones de las reformas de 2013 es preocupante y hace que sea aún más importante que los responsables de la toma de decisiones muestren transparencia este año en la forma en la que sus decisiones (junto con las recomendaciones científicas) ayudarán a lograr los objetivos de la política de la UE. La urgente necesidad de acabar con la sobrepesca está suscitando más atención que nunca y las decisiones de este año podrían materializar o disolver las posibilidades de la UE para cumplir el plazo de 2020. Seguiremos atentos a los resultados de las reuniones del Consejo de Pesca de octubre, noviembre y diciembre, e instaremos a los ministros a seguir las recomendaciones científicas para que la UE pueda recoger pronto las beneficios medioambientales, sociales y económicos derivados de acabar con la sobrepesca.

Andrew Clayton encabeza los esfuerzos de The Pew Charitable Trusts para acabar con la sobrepesca en el noroeste de Europa.