La vida de nuestro planeta está amenazada. El océano, que ayuda a regular nuestro clima, proporciona la mayor parte del oxígeno que respiramos, brinda alimento y constituye un medio de subsistencia para millones de personas, está sufriendo los efectos de la creciente contaminación, sobreexplotación pesquera y pesca ilegal, así como del calentamiento masivo.
En respuesta, muchos gobiernos están trabajando para proteger extensas áreas marinas, e incluso algunos líderes han asumido el compromiso de conservar por lo menos el 30 % del océano en áreas marinas protegidas. De acuerdo con expertos y científicos, este es el porcentaje necesario para mantener eficazmente la salud de los complejos ecosistemas marinos que conforman nuestro planeta azul.
Hoy en día, menos del 4 % del océano del mundo cuenta con algún tipo de protección, y solo un porcentaje aproximado del 1,6 % está altamente protegido.
Esta es la esencia del Cuarto Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas (IMPAC4) que se celebrará del 4 al 8 de septiembre de 2017 en La Serena, Chile, y reunirá a líderes de todo el mundo, con la esperanza de acelerar la adopción de medidas en beneficio del océano.
El 9 de septiembre, luego del congreso, tendrá lugar una cumbre de alto nivel en Valparaíso, Chile, que contará con la presencia de ministros e influyentes defensores del océano. The Pew Charitable Trusts y nuestros socios participarán activamente en dichos eventos, trabajando de la mano con funcionarios gubernamentales, científicos, conservacionistas y representantes de comunidades locales, a fin de dar impulso a nuevas vías para salvaguardar los ecosistemas marinos, incluso mediante la creación de áreas protegidas aún más grandes, y en distintas partes del mundo.
La ciencia es clara: Un número creciente de estudios revisados por pares expertos concluye que las reservas marinas amplias, bien administradas, y que restringen eficazmente la realización de actividades no sustentables para proteger la vida silvestre, ayudan a reconstituir la abundancia y la diversidad de las especies, respaldan a las pesquerías productivas y sostenibles, y promueven un mayor bienestar para las comunidades costeras. Dicha investigación también demuestra que estas áreas protegidas ayudan a los ecosistemas marinos a desarrollar una mayor resiliencia contra los impactos de nuestro clima cambiante.
En concreto, extender la protección para cubrir como mínimo el 30 % de los mares representa un enfoque viable y rentable para enfrentar la alarmante degradación de nuestro océano. Alcanzar esta meta podría generar múltiples beneficios a nivel local, regional y global. Es fundamental que los participantes del IMPAC 4 reconozcan la urgencia de la situación, y se comprometan a actuar —ahora mismo— para conservar el océano y todo lo que este aporta a la gente y a la naturaleza.
Tom Dillon dirige la conservación global para The Pew Charitable Trusts