Ciertas especies, como el tiburón ballena, migran y atraviesan el altamar en busca de alimento y sitios de cría.
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Ciertas especies, como el tiburón ballena, migran y atraviesan el altamar en busca de alimento y sitios de cría.
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Después de más de una década de charlas, las Naciones Unidas tienen la oportunidad de avanzar con un nuevo tratado internacional cuyo objeto es proteger la biodiversidad marina en altamar. Estas áreas del océano, que se encuentran más allá del control de cualquier país, son fundamentales para lograr los niveles de protección marina que los científicos afirman son necesarios para preservar ecosistemas vitales y sensibles, sobre todo en un momento de cambio climático.
Durante los últimos dos años, los gobiernos han celebrado una serie de reuniones del Comité Preparatorio (PrepCom) para discutir los componentes clave de un tratado de altamar, incluido cómo se pueden establecer áreas marinas protegidas (AMPs) y reservas marinas plenamente protegidas en estas áreas del océano. Dado que no existe una estructura de gestión general para lograr ese objetivo, muchos gobiernos esperan incluir en el acuerdo un mecanismo que les permita a los países cooperar en cuanto a las AMPs y otras herramientas de conservación para el altamar.
El mandato de la cuarta y última reunión del PrepCom, del 10 al 21 de julio en Nueva York, es elaborar recomendaciones para informar la decisión a la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la fecha inicial de las negociaciones del tratado completo.
En los últimos años, las AMPs y las reservas marinas han probado su valor como herramientas clave en la conservación del océano, y la ciencia ha demostrado que cuanto más grande es el área protegida, mejor.
El mes pasado, en un estudio dado a conocer en la publicación semanal de la Academia Nacional de Ciencias de los EE. UU., Proceedings of the National Academy of Sciences, se concluyó que las reservas marinas ayudan a mitigar los impactos del cambio climático. Los autores afirman que, en el marco del aumento de la temperatura del océano, medidas protectoras a gran escala pueden ayudar a las especies y los ecosistemas a hacerse resilientes y adaptarse a los cambios.
Según otra investigación, se deben proteger extensiones más amplias de los océanos. En un análisis, se indica que, para poder evitar una mayor degradación y ayudar a respaldar pesquerías sostenibles, se debe conservar al menos un 30 % del ambiente marino mediante parques sumamente protegidos. Ese porcentaje está muy por encima del objetivo acordado internacionalmente en el Objetivo 14 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, mediante el cual los países se comprometieron a que en el año 2020 al menos un 10 % de sus áreas costeras y marinas estarán protegidas. En la actualidad, alrededor de apenas un 3 % del océano se considera completamente protegido, y menos de un 1 % es en áreas más allá de una jurisdicción nacional.
En la primera Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas celebrada en junio, algunos defensores, como Richard Branson y Leonardo DiCaprio, enfatizaron la importancia de implementar medidas de protección del altamar y se hicieron eco de los llamados de gobiernos de todo el mundo para iniciar las negociaciones del tratado en 2018. Tal amplio apoyo es la culminación de años de trabajo dedicado y refleja una creciente concienciación de la necesidad de proteger más extensiones de los océanos antes de que sea demasiado tarde.
Liz Karan gestiona el trabajo de Pew para la protección de la vida oceánica en altamar.