La propuesta, publicada el 10 de noviembre por la Comisión Europea, relativa a las cuotas de captura para 2016 en las aguas noroccidentales de Europa, aporta la segunda prueba de este año sobre el interés que tienen los líderes europeos por acabar con la sobrepesca, de conformidad con lo establecido en la reformada Política Pesquera Común (PPC).
El mes pasado, el Consejo de Pesca fijó unos totales admisibles de captura (TAC) en el mar Báltico para 2016 que, en la mayoría de casos, excedían los límites aconsejados por el asesoramiento científico. Dichos límites, de hecho, legislaban la sobrepesca de los dos stocks de bacalao y de los stocks de espadín, arenque y salmón. Ese proceso nos sirve como recordatorio de las presiones políticas que precederán a la reunión del Consejo de diciembre, en la que los ministros valorarán las nuevas recomendaciones de la Comisión.
La propuesta relativa a estas aguas del océano Atlántico abarca un número muy superior de stocks pesqueros, así como un área más extensa que en el caso del mar Báltico. Muchas de las cuotas de captura propuestas por la Comisión se ajustan a las aconsejadas por los científicos, pero algunas están por encima de los niveles recomendados por el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM).
En su reunión de diciembre, los 28 ministros responsables de asuntos pesqueros se verán enormemente presionados para priorizar los beneficios a corto plazo frente a la sostenibilidad a largo plazo. Los distintos intereses pesqueros nacionales competirán para que se aumenten los TAC, tal y como lleva décadas ocurriendo en el Consejo de diciembre. La reformada PPC pretendía solucionar este problema, fijando el objetivo claro de acabar con la sobrepesca en 2015 "siempre que sea posible" y, a más tardar, en 2020. A pesar de ello, la mayoría de las cuotas de captura para 2015 excedían las aconsejadas por el CIEM. Con el año 2020 acercándose, los mandatarios deben realizar progresos sustanciales para cumplir con el compromiso de la PPC.
Para alcanzar este objetivo confiamos en que Karmenu Vella, el Comisario europeo de pesca, sepa guiar a los ministros para establecer las cuotas de captura y para acordar el fin de la sobrepesca, sin más demoras. Conseguirlo ayudará a lograr los beneficios de una pesca productiva y sostenible, y de un medioambiente marino más saludable a largo plazo.
Andrew Clayton dirige los esfuerzos de Pew para acabar con la sobrepesca en las aguas noroccidentales de Europa.