El vehículo operado remotamente (ROV, por sus siglas en inglés) llamado ‘Deep Discoverer’ en un hábitat con diversidad de corales de profundidad en la montaña submarina Retriever.
El vehículo operado remotamente (ROV, por sus siglas en inglés) llamado ‘Deep Discoverer’ en un hábitat con diversidad de corales de profundidad en la montaña submarina Retriever.
Durante las pasadas décadas las innovaciones y los avances tecnológicos han provisto a los investigadores, a los administradores y al público una nueva y detallada vista del ambiente submarino. Los científicos y los administradores de pesquerías ahora pueden realizar investigaciones en lugares predecibles y lugares inusuales del océano. Esto se puede hacer durante diferentes épocas del año y a distancias lejanas de la costa para encontrar dónde los peces y otra vida marina se reproduce, se alimenta, se resguarda y vive. Estos esfuerzos generan una gran riqueza de información científica que puede ser usada para orientar la toma de decisiones de manejo pesquero.
En el Golfo de Maine, los investigadores usan hidrófonos para escuchar los sonidos de los peces bacalao durante su desove, lo cual es una nueva manera de ayudar a identificar la localización de los mejores hábitats para la reproducción del bacalao.
En junio de 2015, el Consejo de Administración Pesquera del Medio Atlántico tomó la decisión de proteger más de 38,000 millas cuadradas del fondo del mar, un área casi del tamaño del estado de Virginia, fuera de la costa de Delaware, luego de que los robots operados remotamente ayudaran a documentar corales frágiles ubicados en aguas frías en los cañones profundos de esa zona. Hace 10 años esta misión habría sido imposible.
En el Mar de Bering, los científicos bajan cámaras controladas remotamente desde las embarcaciones para tener una vista de alta resolución de los corales de agua fría, los cuales proveen un hábitat de vital importancia ecológica y económica, pero son muy sensibles a los daños ocasionados por las redes de arrastre del fondo. Los investigadores comparan lo que encuentran en estos muestreos con lo que los modelos predicen que se encontraría, basándose en factores tales como la profundidad, la circulación del agua y la latitud. Estos indicadores ayudan a mejorar los modelos para generar predicciones de dónde se deben localizar los hábitats importantes. El Consejo de Administración Pesquera del Pacífico que en el año 2005 protegió los corales y otros fondos de hábitats importantes en las Islas Aleutinas y otras áreas, pueden usar estos modelos para identificar y proteger los hábitats más importantes en los cañones submarinos del Mar de Bering.
Los administradores de pesquerías no tenían acceso a este tipo de información cuando la Ley de Conservación y Manejo de Pesquerías Magnuson-Stevens entró en vigor hace 40 años. En aquella época los reportes de los pescadores eran la fuente primordial de información para determinar cuándo se debía enviar un buque de investigación para estudiar el hábitat o las condiciones ambientales que atraían a los peces. Los reportes de los pescadores y de los marineros también ayudaban a dirigir los buques de hidrografía y cartografía hacia los hábitats importantes y las estructuras tales como bajos o montañas submarinas que suben desde las profundidades del fondo del mar.
Depender solamente de estos reportes presenta muchas limitaciones. Por ejemplo, los pescadores eran reacios a compartir esta información tan valiosa de sus principales zonas de pesca. Igualmente los estudios de lugares distantes de la costa o lugares muy profundos eran mucho más difíciles de lograr que los costeros y los menos profundos, dejando grandes extensiones de océano sin explorar y sin cartografiar. Por definición, los muestreos esporádicos solo pueden dar un breve panorama del lugar durante un momento en particular. Esto quiere decir que era muy difícil crear modelos con la capacidad de predecir lo que existía en áreas que todavía no habían sido exploradas.
Los descubrimientos y los conocimientos científicos que se alcanzaron con estas nuevas observaciones resaltan la importancia de proteger los hábitats que sustentan las poblaciones de los peces. El Congreso de los E.U. tiene la oportunidad de asegurar que la ley de las pesquerías de la nación se mantenga al mismo paso que los avances de la modernidad y que las decisiones de los administradores de pesquerías se basen en la información más exhaustiva de dónde se encuentran los hábitats importantes para los peces y cómo estos contribuyen a mantener los ecosistemas saludables.
La ley Magnuson-Stevens se acerca a su aniversario número 40 y podría beneficiarse de una actualización. Ya es tiempo de un nuevo enfoque en el manejo de pesquerías. Conozca más en www.pewtrusts.org/healthyoceans.