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El Legado Global para los Océanos de The Pew Charitable Trusts y sus socios apunta a establecer un nuevo punto de referencia para la protección de los ecosistemas oceánicos: la creación de la primera generación de grandes parques marinos del planeta en 2022.
En los últimos años, la designación de grandes reservas marinas totalmente protegidas constituye un hecho prometedor. En 2012, Australia tomó la audaz medida de crear el Parque Nacional Marino del Mar del Coral, con el cual se protegen 502.000 kilómetros cuadrados (194.000 millas cuadradas) de arrecifes de coral, atolones y otras estructuras submarinas esenciales que constituyen el hábitat de 62 especies amenazadas y protegidas a nivel nacional. Tres años antes, el Reino Unido designó la mayor reserva marina del mundo: la Reserva Marina de Chagos, que abarca 640.000 kilómetros cuadrados (247.000 millas cuadradas) del Océano Índico y comprende más de 50 islas y atolones de coral. Por su parte, en 2006, Estados Unidos creó el Monumento Nacional Marino Papahānaumokuākea, de 362.000 kilómetros cuadrados (140.000 millas cuadradas), medida que permitió la protección de más de 7.000 especies marinas en las islas de Hawái noroccidental, 25% de las cuales son endémicas de la zona.
Pese a estos avances, los ecosistemas marinos del mundo continúan seriamente afectados por la sobrepesca, la contaminación, el cambio climático y otras actividades humanas que amenazan el sustento, la seguridad alimentaria y el futuro económico de millones de personas. Por ello, es necesario mejorar el ordenamiento de los mares del mundo con el fin de proteger la vida marina en su totalidad y servicios ecosistémicos de importancia fundamental.
Dependiendo de cómo se mida, entre 6% y 12% de la superficie terrestre del planeta está protegida, tanto para conservar la biodiversidad como los servicios ecosistémicos que presta a las sociedades humanas. En comparación, en septiembre de 2103, solo alrededor del 1% de los océanos cuenta con una protección similar. La mayoría de las zonas no extractivas son pequeñas y se ubican cerca de la costa, debido a lo cual proporcionan importantes beneficios de conservación local en regiones que ya están sometidas a intensa actividad pesquera. Sin embargo, estos lugares ofrecen una protección relativamente limitada para muchas especies con grandes áreas de distribución que se trasladan por los océanos. Las grandes reservas, donde los procesos y las funciones ecológicas pueden seguir operando como lo han hecho durante milenios, son prácticamente inexistentes en la cartera del ordenamiento y la conservación marina.
Los parques terrestres más grandes del mundo ofrecen importantes servicios, ayudan a conservar ecosistemas y especies de extensa distribución y apoyan industrias no extractivas, como el turismo. El mundo debe establecer reservas similares a escala oceánica con el fin de recuperar y restaurar el paisaje marino global.
El Legado Global para los Océanos está trabajando con gobiernos, comunidades locales y científicos para identificar y establecer la primera generación de parques marinos de gran tamaño. Muchos de estos ecosistemas aún no han sido sometidos a actividades pesqueras intensas y están relativamente intactos; además, se ubican bajo la jurisdicción política de naciones con capacidades para controlar y fiscalizar el cumplimiento de medidas de protección.
Estamos convencidos de que la creación de un sistema mundial de reservas marinas de gran tamaño totalmente protegidas es un paso fundamental que está pendiente desde hace mucho tiempo, y mejorará considerablemente la protección del ambiente marino mundial.
La creciente demanda del mercado de poblaciones de peces en disminución indica que incluso aquellos lugares aislados y distantes perderán su estatus de conservación de hecho en el futuro cercano, a menos que se mejore sustancialmente el ordenamiento y la gobernabilidad de los ecosistemas marinos.
El objetivo del Legado Global para los Océanos es identificar y asegurar la conservación de ecosistemas marinos de gran tamaño –protegidos hasta ahora en virtud de su aislamiento geográfico– antes de que se produzca una degradación ambiental considerable. Los beneficios previstos a partir de estas reservas protegidas incluyen:
A nivel mundial, existe una cantidad relativamente pequeña de regiones intactas donde sea posible establecer, implementar y controlar reservas marinas de gran tamaño. La protección de estas regiones debería ser una prioridad urgente y contar con fuerte apoyo público y político.
Nosotros, los abajo firmantes, por todos los motivos antes expuestos, apoyamos las gestiones del Legado Global para los Océanos. Esperamos poder colaborar para conseguir este legado oceánico para las futuras generaciones y para toda la humanidad.
Callum Roberts, Ph.D.
Profesor de conservación marina, Universidad de York, Departamento de Medio Ambiente
Terry Hughes, Ph.D.
Director, Consejo de Investigaciones de Australia – Centro de Excelencia de Estudios sobre los Arrecifes de Coral, Universidad James Cook, Miembro ARC Laureate (2012-2017)
Carl Safina, Ph.D.
Presidente, Blue Ocean Institute, Profesor investigador, Facultad de Ciencias Marinas y Atmosféricas, Universidad Stony Brook