Las aguas fuera de Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos son un paraíso tropical repleto de vida. Pero los brillantes arrecifes de coral y el cardumen de peces lleno de vida están en peligro por la contaminación y la destrucción de hábitat. La pesca en exceso, pescar más rápido de lo que los peces pueden reproducirse, es la amenaza principal.